sábado, 9 de agosto de 2014

PRIMERA VICTORIA DEL GLORIOSO "CHEVITU"

09 de Agosto de 1964 - 50 Años - 09 de Agosto de 2014

Con la aparición del Chevytú en 1964 se iniciaba una nueva transformación en el Turismo Carretera, comparable a la del Gran Premio de 1935, cuando aparecieron los Plymouth carrozados (techo duro, como se los denominó en aquel momento) compitiendo contra las baquets.

El responsable del nuevo emprendimiento era José Froilán González, quien presentó un automóvil Chevrolet compacto, derivado de un modelo estadounidense de la General Motors. El antecedente más inmediato en cuanto a la preparación de un automóvil compacto para correr en TC le correspondía a Néstor Marincovich, quien realizaba los primeros ensayos sobre un Bergantín.

Lamentablemente la experiencia finalizó trágicamente, con la muerte de Marincovich en las cercanías de San Pedro, el 25 de junio de 1961.


El Chevytú, denominación impuesta por los seguidores de la categoría y derivación de Chevy II, debutó el 12 de abril de 1964 en el autódromo de Buenos Aires, corriendo contra las tradicionales cupés -hechas para transitar por rutas y caminos de tierra- y las "picantes empanadas", especialmente preparadas para carreras de pista. El abandono no desmoralizó a Jorge Cupeiro, el encargado de conducir la moderna máquina, y tampoco a sus preparadores, los hermanos Reinaldo y Aldo Bellavigna.

Siete días más tarde, en el mismo escenario, llegó la primera alegría para el conjunto. Finalizaron segundos, detrás de Jorge Angel Pena, luego de haber mantenido la delantera durante gran parte de la carrera. "Los frenos que teníamos eran de campana atrás y de disco adelante. En la horquilla, durante la última vuelta, fallaron los frenos y seguimos de largo, perdiendo la primera posición" -analizaba Jorge Cupeiro, al finalizar la competencia.

La hora del triunfo

El 9 de agosto de 1964 en Mar del Plata llegó la primera victoria, luego de una serie de frustraciones como las de Olavarría, Venado Tuerto, Arrecifes, San Antonio de Areco y Chacabuco, todos regresos anticipados y a remolque.

En 1965, con varias reformas, producto de la experiencia adquirida en competencias, sumó nuevos éxitos y se tomaron algunas revanchas en el Autódromo de Buenos Aires y las Vueltas de Pergamino, Arrecifes, Bahía Blanca, San Francisco, Carlos Casares y Chacabuco.

De tal forma, el automóvil moderno, compacto, duramente criticado en el comienzo y hasta abrigando temores por su resistencia en los caminos de tierra, lograba imponer su robustez y generaba el ingreso del Ford Falcon y tres años más tarde la llegada del Torino. Una vez más el Turismo Carretera se transformaba para continuar con su rico historial.