lunes, 19 de marzo de 2012

F1: MAS DE 300 MILLONES DE DOLARES

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La organización de un Grand Prix de Fórmula 1 trae aparejados tan altos costos que no es casual que en los últimos años el centro neurálgico del campeonato se haya desplazado de Europa, sumida en una crisis que deja indefensos a los promotores privados, a Asia, dónde los gobiernos nacionales son más propensos a invertir en asegurarse una fecha. No es raro escuchar cifras globales que superan los varios centenares de millones de dólares por todo concepto.

En general, el promotor de la F-1, Bernie Ecclestone, suele suscribir contratos por siete años para organizar un Grand Prix. Se cobra un derecho inicial, que flota entre los 30 millones de dólares en los GGPP europeos o los más tradicionales, y los 50 millones para los GGPP asiáticos, más alejados de las bases de los equipos (lo que requiere adicionales costos en traslados) y más proclives a pagar algo más con tal de asegurarse la carrera.

Ese derecho inicial se incrementa un 10 por ciento año a año, con lo cual, en la temporada de cierre del contrato se paga por la carrera casi el doble de lo que se abonó al comienzo. Aquí en la Argentina, el anuncio de la presidente Cristina Fernández de Kirchner estableció en tres años (de 2013 a 2015) la duración del convenio, contra lo que es la práctica normal.

Los costos del derecho para este Grand Prix rondarán esas cifras, teniendo en cuenta lo que declaró el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer. "El Estado argentino aportará la mitad del costo de cada Gran Premio. Se estima que la inversión del Estado será entre 20 y 22 millones de dólares por cada competencia", afirmó. Si ese dinero representa el 50 por ciento, el total estará entre los 40 y 44 millones de dólares.

Además de ese dinero hay que calcular el costo de la construcción del circuito; reducida en tanto el trazado no será permanente. En Singapur, que tiene su Grand Prix desde 2008 (y nocturno) en un callejero en la zona costera, se invirtieron 150 millones de dólares en el armado del trazado para la primera edición; los costos se amortizaron en las ediciones siguientes.

En Australia también se usa un trazado no permanente, en el Albert Park de Melbourne, en funcionamiento desde 1996. Los australianos invierten cada año entre 15 y 20 millones de dólares para preparar el circuito y luego desarmarlo.

En suma, un contrato de tres años con estas cifras sugiere un gasto global superior a los 300 millones de dólares.

Las posibilidades de ingreso económico con los que amortizar de alguna manera los gastos de organización de un Grand Prix se reducen a la venta de entradas para presenciar la carrera; los derechos de televisación, los ingresos publicitarios y las entradas VIP son ingresos que se reserva para sí el brazo comercial de la Fórmula 1.

Muchos de los Grands Prix del torneo son deficitarios en sí pero generan un importante movimiento económico en las zonas en las que se llevan a cabo, otra de las razones por las cuales son los gobiernos nacionales o municipales los que toman el lugar de los promotores privados.

En Europa ese proceso no se lleva a cabo y por eso las carreras se mudan del Viejo Continente. Es muy probable que a partir del 2013, España tenga una sola carrera, ya que Valencia (que lleva gastados 200 millones de euros desde 2008) y Barcelona se alternarían en el calendario al no poder pagar ya, cada una, el fabuloso contrato suscrito.

Hace años que Francia, la cuna del automovilismo mundial, dejó de tener su Grand Prix; desde hace tiempo se viene especulando con que alternaría en el calendario con el GP de Bélgica, que pese a disputarse en uno de los mejores autódromos del planeta, el de Spa-Francorchamps, no consigue nunca equilibrar la balanza.

F1: FERRARI Y RED BULL ACCIONISTAS

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Al margen de las carreras la Fórmula 1 2012 también estará marcada por las continuas negociaciones entre la FOTA, la FIA y la FOM con tal de redactar las bases del nuevo Pacto de la Concordia, que tendrá vigencia entre 2013 y 2020.

Las escuderías que no forman parte de la Asociación de Equipos de Fórmula 1, Ferrari y Red Bull, podrían haber negociado y firmado ya un nuevo pacto que les daría un trato preferencial. De este modo, pasarían a tener un poder de decisión significativo en un futuro con la entrada de Luca di Montezemolo y de Dietrich Mateschitz en la cúpula directiva de la administración de la categoría reina, según ha revelado Sky News.

Si bien Ferrari no quiso hacer declaraciones al respecto, sí lo hizo Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull Racing, que confirmó que su escudería "está en negociaciones con la FOM", a lo que añadió que por ahora éstas "evolucionan bastante bien".

"Queremos un Pacto de la Concordia que dure hasta el futuro", continuó Horner. "No es problema de los equipos, sino de Bernie (Ecclestone) o de CVC Capital".