
Hamilton y Rosberg son los dos favoritos a ganar en Montreal. Allí, asegura Lauda, dejarán competir a ambos en igualdad de condiciones, sin que se superen los límites, tras los que el tricampeón tendría que actuar: "Dejamos a nuestros pilotos competir entre ellos sin restricciones mientras la tensión sea normal. Pero si aumenta, que puede ocurrir, yo puedo participar como mentor de ambos para calmar las cosas". Aunque parece que la disputa entre ambos será meramente deportiva tras haber firmado la paz (como el propio Hamilton reconoció en twitter ), la victoria en Canadá y por consiguiente el liderato del mundial es algo apetecible para ambos.
Lauda confirmó al diario Osterreich que el británico ha aceptado ya la derrota en Mónaco, que ni tan siquiera fue derrota ya que se trató de un segundo puesto que le dio 18 puntos en el campeonato: "Lewis asumió ya que Nico ganó en Montecarlo y él fue segundo. No avergüenza". Esta semana habrá una nueva reunión de equipo, reveló Lauda, para seguir aclarando todo: "Nos reuniremos para hablar en calma, y seguro que a partir de ahí sigue la lucha por el campeonato con los dos en autos iguales".
Pese a que ambos pilotos han firmado la paz y buscarán, desde el respeto, la victoria, los nervios no se rebajarán en Mercedes. Y es que, como expresó Niki Lauda, que Hamilton haya asumido la derrota no significa que no vaya a luchar por la siguiente: "Nico fue más rápido en Mónaco, por lo que Lewis hará todo lo posible para devolverle la jugada, lo cual, sin duda, es estresante para nuestro equipo". Sin embargo, y desde una opinión neutra, fuera de su cargo como asesor del equipo alemán, esa lucha es increíble para el aficionado: "Para los fans y para el deporte en sí no puede haber nada mejor que esta disputa".