sábado, 8 de enero de 2011

DAKAR: LA ODISEA DE SILVA


La gran mayoría de los pilotos se toman más tiempo del habitual para cenar anoche y para dormir hoy, y al entrar la tarde caminan las grandes distancias de esta ciudad nómade con parsimonia y buen humor y con poco que hacer por el momento.

Pero ése justamente no es el caso de Juan Manuel "Pato" Silva, que a esa hora recién llegaba al vivac tras completar la sexta etapa entre Iquique y Arica.

Enfundado en el antiflama, cubierto de polvo, visiblemente más delgado y con la nariz, frente y labio lastimados, producto de un golpe que sufrió en su odisea por las dunas, el chaqueño se quiebra y comienza a llorar cuando recuerda la angustia que vivió en la soledad más extrema y la noche más oscura de su vida.

El 'Pato' se perdió con su buggie del equipo ProDakar en la primera etapa en la que el rally se adentró en el desierto chileno, pasó la noche allí y recién bajó la escalofriante pendiente de la duna de Iquique a las 9 y media de la mañana, cuando el campamento estaba vacío porque todos ya estaban camino a la siguiente etapa. Asustado, con frío y vencido por el esfuerzo, volvió a subirse al auto y largó.

"Cuando te agarra la noche en las dunas te viene la desesperación. De pronto cae el sol y no ves nada, sentís que no salís de ahí", revive con angustia Silva, ante los periodistas.

Producto de esa desesperación fue que en uno de los empantanamientos que atraparon el buggie, el piloto no se ató a tiempo los cinturones y un salto por las dunas empujó su cara contra el volante. El resultado fueron cortes en todo el rostro.

"Se venía la noche y me vino la desesperación por salir, por no quedarme ahí y me olvidé de atarme los cinturones. Ésa es la verdad, podría poner otra excusa pero fue eso lo que pasó. Por eso hay que tener calma", admitió el Pato.

Silva no fue al único piloto al que la noche sorprendió en el desierto camino a Iquique, ya que eran al menos 60 los vehículos que no habían llegado al vivac en la madrugada, donde prácticamente terminaba la especial de esa etapa, aunque la cantidad sea insignificante en el desierto de Atacama, donde todo es inmensidad y soledad.

"No había ni Luna, no veía nada de nada, ni mi propio auto veía cuando me bajaba, por eso me daba miedo separarme del buggie", explicó Silva con la angustia a flor de piel, casi como si estuviera reviviendo esas horas a través de una máquina del tiempo.

Empantanado en la arena, pasó por allí su compañero de equipo, Emiliano Spataro, y se quedó a ayudarlo: "Fue un mal gesto mío, no debí pedirle a Emiliano que se quedara a ayudarme a sacar el auto porque lo demoré mucho y lo perjudiqué", reconoció Silva.

"Eso que hice le podría haber costado la carrera a él. Tuvo un gesto enorme", reconoció.

El Pato intenta graficar la experiencia vivida y cuenta que lo que "más miedo" le daba fue que no tenía abrigo, ni agua para pasar la noche en el desierto. "En una hora la temperatura baja muchísimo. Seguía viendo autos a mi alrededor pero no me quería mover. Tenía miedo de perderme en esas condiciones".

Ya la 1 de la mañana, en lo alto de una duna logró divisar un camión y después escuchó una canción que le pareció de Julio Iglesias. "Sospeché que se podía tratar de nuestro camión porque siempre Pascal (conductor del vehículo), pone música por los autoparlantes. Entonces llamé al equipo para ver si era el nuestro y me confirmaron que sí".

Horas después, logró encontrase con el camión (las distancias parecen cortas pero después te das cuentas que estás lejísimos, acota el propio piloto) y pasó la noche tirado al lado del vehículo pero ya a salvo y acompañado.

Silva revela que pensó muchas cosas en esas horas de soledad, pero había una que tuvo presente siempre: sus hijos. Fue rememorando ese momento cuando el piloto se quedó sin voz y comenzó a llorar.

"Los autos de carrera son una pasión para mí", dijo con la voz entrecortada, y reflexionó: "Era más fácil no llegar porque de esa manera me iba a mi casa pero seguí y acá estoy".

La pasión de Silva debe ser mucha porque acababa de llegar de otra dura noche en el desierto, en la que también estuvo solo, perdido, y en la que una vez más vivió una "cadena" de infortunios, que incluyó quedarse sin batería cuando estaba a punto de volver con dos camiones, pero esta vez algo más preparado.

"Me quedé tirado pero me lo tomé con más calma. Esta vez tenía bolsa de dormir y agua. Vi que había luna y dejé el buggie y fui a buscar unos autos que estaban más lejos de lo que parecía".

Finalmente, ya con los primeros rayos del día Silva se encontró con José Luis Di Palma, y un piloto colombiana y el trío comenzó su camino hacia el vivac de Arica, donde al menos los aguardaba unas horas de sueño.

Después de todas las adversidades, el Pato Silva y Emiliano Spataro ya recorrieron 4.568 kilómetros del Dakar 2011, en un buggie que apenas llega a los 120 km/h y que no tiene navegante.

El chaqueño está anteúltimo, en la 72da. posición y el bonaerense en la 39na. pero ellos más que nadie pueden dar cuenta en estas horas de lo que significa el verdadero "espíritu Dakar" del que tanto se habla.

DAKAR: REDUCEN LA ETAPA DE MAÑANA


Los organizadores del Dakar decidieron suprimir una parte de la séptima etapa de la carrera, que se disputará mañana entre Arica y Antofagasta, debido a la dureza de la carrera durante las últimas jornadas.


La etapa de mañana, que debía ser el especial más largo de la prueba, tendrá finalmente 273 kilómetros cronometrados para las motos y 252 para los coches, informó la organización en un comunicado.

Destacaron que después de dos etapas -la quinta y la sexta- "extremadamente difíciles", muchos competidores aún están regresando al campamento de Arica, sede de la jornada de descanso.

Con esta modificación en el trazado, la etapa "conservará un importante grado de dificultad", pero se espera que permita a los pilotos "retomar el ritmo para la segunda semana intensa de carrera".

DAKAR: RECARGO A PATRONELLI


Alejandro Patronelli amaneció hoy con una mala noticia: los comisarios deportivos decidieron sancionarlo por exceder el límite de velocidad en una zona controlada. Lo curioso es que Alejandro iba a 41 kilómetros por hora cuando lo permitido era 40.


Esta penalización no hizo que perdiera el liderazgo, aunque le permitió a Maffei acercarse considerablemente. De todas formas, se espera que al escolta se le aplique la misma sanción, aunque todavía no hay información oficial.

DAKAR: DIA DE DESCANSO


Muchos pilotos aprovecharán la jornada para reponer fuerzas, mientras sus equipos hacen service a las máquinas antes de largar mañana hacia Antofagasta, pero muchos otros aprovecharán si vienen retrasados desde Iquique para completar la etapa recién hoy, porque el reglamento estira también un día la hora de llegada de la etapa.


Este rally de raid, unánimemente considerado el más duro de mundo, ya dejó en la primera mitad del recorrido total de 9.500 kilómetros a unos 100 de los 406 pilotos que largaron el 1 de enero desde el Obelisco porteño, con abandonos por distintas causas.

Los pilotos llevan acumulados más de un día a bordo de sus máquinas si se contabilizan sólo las etapas especiales y si se tienen en cuenta los mejores diez tiempos en las distintas categorías, pero en la mayoría de los casos que siguen en carrera aunque lleguen sobre el final de cada jornada el desgaste es mayor todavía.

Algunos tuvieron que abandonar por accidentes que obligaron a hospitalizarlos, como el tucumano Rodolfo Bollero (moto), el joven salteño Lucas Moreno (motos), Ademar Heguiabehere (cuatri), el francés Cyryl Esquirol (moto) y los checos Martin Kolomy y Jaroslav Lamac (camiones), entre los más delicados.

Otros sufrieron problemas sin arreglo en sus autos, motos o cuatros, y varios fueron víctimas de las dificultades de navegación que los perdieron en el desierto, sobre todo en las últimas etapas. Y David Casteu (moto) y Lucio Alvarez (autos) atropellaron a espectadores, en accidentes que no fueron graves.

Los argentinos llegaron a Arica con un claro dominio en cuatriciclos, en la que Alejandro Patronelli es el líder, seguido de la revelación de la categoría, Tomás Maffei, a 16 minutos 31segundos, y del mendocino Sebastián Maffei, a 1h 16 m 7 s, todos compatriotas con Yamaha, igual que el cuarto, Pablo Copetti, a 4h 5m 12s.

En autos, el español Carlos Sainz (VW Touareg Race 3), campeón en 2010, llega a la primera mitad como favorito para repetir, con 2m 42s sobre su compañero de equipo el qatarí Nasser Al Attiyah (VW) y ahora bastante más lejos del francés Stephane Peterhansel (BMW), a 14m 51s, en la que llegó a liderar pero sufrió varias pinchaduras seguidas y se retrasó.

Orlando "Orly" Terranova hizo con su BMW una primera mitad de Dakar de acuerdo con sus expectativas al largar, de apoyar a Peterhansel y de entrar entre los primeros cinco de la categoría, ya que por ahora está séptimo, a 2 m 1s del sexto, el estadounidense Mark Miller (VW).

Entre los muy conocidos por el público local, los buggies del Pato Silva y de Emiliano Spataron avanzan lejos de los primeros puestos pero firmes en la carrera hasta anoche, después del abandono del tercer miembro del equipo que formaron, Norberto Fontana y de las penurias que vivieron en el desierto camino a Iquique. También sigue en carrera José Luis Di Palma.

En motos, Javier Pizzolito se convirtió en el mejor argentino que haya clasificado en esa categoría de un Dakar a esta altura, al quedar en la jornada de descanso entre los primeros 27 clasificados en la general con su Honda de apenas 250cc (el límite permitido es este año de 450cc), a 3h 44m 33s del puntero.

El español Marc Coma entrará en la segunda mitad del Dakar como líder de la general, con 8m 48s sobre su gran rival, el francés Cyril Despres, ambos de KTM, y 22m 12 s sobre el chileno Francisco "Chaleco" López (Aprilia). El galo le descontó más de dos minutos al catalán en la sexta etapa entre Iquique y Arica.

En camiones, el ruso Firdaus Kabirov (Kamaz) a 19m 20s de su compatriota y compañero de equipo, Vladimir Chagin, y 21m 25s del checo Ales Loprais, de Tatra.

El Dakar se largará otra vez mañana, de Arica a Antofagasta, con un enlace de 208 kilómetros y especiales de entre 611 y 631 kilómetros según las categorías, las más largas del rally.

Estas especiales han sido desdobladas en un trazado tipo enduro y en otro con dunas, con una bajada muy empinada al final, frente al Océano Pacífico, parecida a las de Iquique, pero acá hasta alcanzar un autódromo especialmente reservado para el aplauso de los fanáticos a los pilotos y sus máquinas.

TN: "SIEMPRE QUISE ESTAR"


De cara a su debut en la Clase 3 del Turismo Nacional, Gabriel Ponce de León habló acerca de sus expectativas para la presente temporada en la que además dejará las huestes de Ford para subirse a un Fiat, en lo que significa el regreso de la marca italiana a la categoría, luego de una década.


"La idea es linda. Siempre quise estar en el TN y por cuestiones contractuales no lo hice. Ahora lo podré cumplir con el equipo de Edgardo Porfiri, porque me interesó el proyecto y también el desafío", expresó el juninense en un alto de sus reuniones con patrocinantes. "Al TN la sigo con mayor atención de un tiempo a esta parte, y noté su crecimiento en toda su magnitud, porque cuenta con espectáculos y tecnología de gran nivel", agregó.

Sobre sus expectativas con la nueva marca, aseguró: "Si bien el cambio se dio después de mucho tiempo de estar con Ford, voy a defender a Fiat de la mejor manera. En el TN vamos a trabajar para que seamos competitivos, junto al resto del equipo y los pilotos (Ezequiel Bosio y el también debutante Roberto Luna). De darse las condiciones estaremos en ese nivel sobre mitad de campeonato".

En cuanto al futuro de su hermano Mariano, indicó que "existen posibilidades de sumarlo nuevamente, se está trabajando para ello, y próximamente vamos a conocer mayores novedades", para que pueda correr en la Clase 3.