domingo, 7 de diciembre de 2014

DEBUT DE EMILIO SATRIANO EN EL TC

07 de Diciembre de 1980 - 34 Años - 07 de Diciembre de 2014
Hoy se cumplen se cumplen 34 años de que Emilio Salvador Satriano, debutó en el Turismo Carretera, un soleado 7 de diciembre de 1980, en el clásico circuito serrano de Tandil. Lo hizo con una cupé Chevy pintada de blanco y naranja, con el número 95 pintado en sus puertas.


Se planteaba así Emilio, un nuevo desafío en su carrera deportiva. Anteriormente, y desde siempre con la preparación mecánica de su hermano Pablo, había competido en la monomarca Citroën 2 CV (donde conquistó 5 campeonatos) y en el Turismo Nacional con un Fiat 128. Los óptimos resultados obtenidos en las categorías apuntadas, más el aporte económico necesario, los motivaron a los hermanos para dar el gran salto al Turismo Carretera, a la categoría con mayor predicamento del automovilismo nacional.

Eran épocas de cambio divisional, y los Dodge, los autos más accesibles y baratos para obtener buenos resultados. Sin embargo, se presentó la oportunidad de comprar una cupé Chevy que pertenecía a Romel Viglianco, y solamente por ese motivo empezaron con Chevrolet.

Lejos estaba de imaginarse Emilio, que con el transcurrir de los años sería el más fiel defensor de la marca, el último de los grandes en ser incondicional a lo largo de toda su carrera con una insignia. Es uno de los pocos nombres de todos los tiempos, que ha permanecido fiel a su primer amor. No hay ninguna duda de que al hablar del apellido Satriano, lo hacemos del Turismo Carretera y también de Chevrolet. Por algo es el piloto más ganador con la marca de todo el historial.

Desde el vamos, Emilio se mostró como alguien para tomar en serio. Tal es así que en esa primera presentación, fue quinto en su serie e iba segundo en la final hasta que un resorte de válvula lo obligó a abandonar. Esto que le ocurrió en la primera carrera, lamentablemente sería una constante a lo largo de su campaña.


Es que muy rara vez, la velocidad va de la mano de la confiabilidad. Y los Satriano siempre apostaron a la velocidad. Sin embargo, esta característica aunada a la enorme capacidad conductiva de Emilio y de preparación de Pablo, lograron que su cupé a lo largo de casi 20 años, se mantuviera siempre entre los primeros 15 del ranking. Realmente admirable sin lugar a dudas, un auténtico ejemplo de continuidad y laboriosidad en una actividad tan complicada y competitiva como ésta.


El primer éxito llegó en el semipermanente de Olavarría, el 19 de Abril de 1981, apenas tres carreras le bastaron al "Obispo" para conseguir la primera victoria.
En 1982 ya la lucha no fue solamente para ganar una carrera, sino por obtener el campeonato, logrando 4 victorias en el año, 3 de ellas en forma consecutiva, lo que le posibilitó pintar el número 3 para la siguiente temporada.


La temporada 1983, triunfó en Santiago del Estero y Junín, lo que le posibilitó mantener el tercer puesto en el ranking.
En el '84, lo encontró del tercer puesto para atrás pero igualmente logró el quinto puesto en el campeonato.


El campeonato 1985, lo tuvo como uno de los grandes protagonistas en la lucha por el campeonato, logró 3 victorias, 2 ellas en forma consecutiva, clasificándose subcampeón detrás de Roberto Mouras.


A pesar de los triunfos de Monte y Junín, al final del certamen 1986, lo encontró en el sexto puesto. En esta temporada se suma al equipo con Chevy similar al de Emilio, el "Pato" Morresi.



El '87 volvió a recuperar protagonismo, ganó en 9 de Julio, para ganar consecutivamente en el Autódromo de Buenos Aires y San Lorenzo, con el cuarto puesto de Tandil al finalizar el campeonato, le posibilitó pintar el número 3 en sus laterales.

En 1988 sólo pudo ganar en Alta Gracia (Córdoba) tuvo un año muy complicado, plagado de inconvenientes.


Con el número 5 en los laterales para el '89, alcanza el triunfo en Bahía Blanca solamente, pero con un par de buenos resultados le posibilitan ubicarse en el cuarto puesto al finalizar el torneo.


El Campeonato

En 1990 se autoriza a los Chevrolet que tuvieran 25 kilos menos que el resto y se les permitió relacionar libremente la 2ª y la 3ª marcha para compensar su menor aceleración al salir de abajo.
El campeonato parecía ser una reeditada lucha entre el Chevrolet de Mouras y el Ford de Castellano. Pero cuando nadie lo esperaba, Emilio logró una racha de 4 victorias consecutivas, siendo estas Balcarce (7/10), Lobos (21/10), Bahía Blanca (4/11) y Olavarría (18/11), poniéndose como puntero del campeonato.

Quedaban por correrse dos carreras. En Buenos Aires, el domingo por la mañana apareció la lluvia, como producto de esto al Chevrolet de Emilio no le cayó nada bien la modificación en la suspensión, ubicándose en el 11° lugar en la serie, pero a Castellano tampoco le fueron bien las cosas, ya que cuando marchaba en la punta de su serie, en la primera vuelta, se le rompió el neumático delantero izquierdo, lo que le impidió largar la final.
La definición sería el 16 de diciembre en Tandil, entre Emilio y Castellano. Este último debía salir a ganar si o si para retener su corona. El "Obispo" Satriano sólo debía sumar 8 puntos sin importar el resultado de Oscar Castellano. Deportivamente se dio como se esperaba y la lógica lo indicaba. Emilo conservando un ritmo lógico y especulador llegó y sumó lo suficiente como para quedarse con el Campeonato de Turismo Carretera 1990.
Un Campeonato que lo buscó durante 10 años, desde que debutó en la categoría en el mismo escenario que lo vio consagrarse como Campeón. La hinchada de Chevrolet estaba de fiesta porqué hacía precisamente 10 años que se les negaba un Campeonato.

En la temporada 1991 con el número "1" tan codiciado en los laterales arranca con un octavo lugar en Santa Teresita. Le siguen una racha de abandonos en La Plata, Balcarce y Olavarría, donde estrena una nueva cupé Chevy.

Alcanza un 5º puesto en Balcarce el día que Fangio cumplía 80 años. Es 10º en La Plata. En Lobos finaliza en quinto lugar y 11º en Buenos Aires.
En Zarate-Campana alcanza un 4º puesto, siendo este el mejor resultado del año. Una serie de abandonos consecutivos le hacen cerrar el año de forma negativa.

Ese número 1 se convierte en 10 para 1992, los abandonos y malos resultados parecen no tener fin, Emilio atraviesa una racha negativa. En Balcarce alcanza un 3º lugar, vuelve a subir al podio luego de más de un año y medio.

Volviendo de la carrera de La Plata, sufre un accidente en la ruta y se quiebra una pierna lo que le imposibilita correr, en 9 de Julio su auto es corrido por un debutante llamado Walter Hernández, que hace el uno el sábado y en la Final luego de un error en la chicana abandona, demostrando que el auto de Emilio era competitivo nuevamente. También compite en Mendoza.

Vuelve Emilio a las pistas en la Base Aerea de Morón, pero la racha negativa no cambia. Finaliza con un 4º lugar en Buenos Aires.
Con el Nº 17 en los laterales (el número más alto en 20 años de actividad) abandona en Balcarce, es 9º en Santa Teresita y alcanza dos 5º lugares en las dos carreras de Buenos Aires. En La Plata vuelve a pelear la punta, un problema de frenos lo hace bajar el ritmo y pierde la carrera por tiempo en manos de Walter Hernández, alcanzando el segundo lugar.

Vuelve a estar prendido en la lucha por la punta, siendo protagonista pero problemas mecánicos lo dejan de a pie como en Punta Indio con la rotura de un balancín cuando era puntero. En las 2 Horas en pareja con "Yoyo" Maldonado la caja le juega una mala pasada y lo deja a poco del final cuando era segundo. En Morón la rotura del neumático lo deja de a pie cuando era el cómodo puntero. En San Lorenzo alcanza un 5º lugar. Pero las 3 últimas no logra ver la bandera a cuadros.

Con un auto nuevo y esperanzas renovadas arranca 1994 con el Nº 9 en los laterales, empieza a pelear la punta nuevamente. Es 2º en Río Cuarto y en Rafaela, donde se le escapa la victoria en manos de "Pichi" Iglesias. En Balcarce parece que la racha se corta, es el gran dominador del fin de semana, pero a poco del final, el motor de Pablo dice basta y se queda con las manos vacias. En las 2 Horas finaliza sexto. A esta altura del torneo el "Obispo" se encontraba en la segunda posición a 50 puntos de Walter Hernández.

Tiene la oportunidad de descontar puntos en Bolívar (ya que Hernández decide no correr en ruta a raíz del accidente fatal de Morresi en La Plata en marzo) alcanza un octavo lugar. La siguiente carrera es Santa Teresita pero un pistón lo deja al costado del camino en su serie. En Punta Indio finaliza 5º luego de una gran remontado por un toque con De Benedictis. En Campo de Mayo es segundo recuperando protagonismo.

Finalmente llegó el 20 de noviembre de 1994, donde luego de 4 años y 2 días volvió al triunfo en Balcarce, ganando de punta a punta. Con esta victoria se ponía tercero en el campeonato para pelearlo con Ramos, De Benedictis, Hérnandez y Acuña (todos con Ford), cuando quedaba una fecha.

En el Autódromo de Buenos Aires, la esperanza de volver a ser Campeón se diluía luego de romper un balancín cuando punteaba la serie y así también la de la hinchada de Chevrolet, que olvidaba las esperanzas de recuperar el número 1. Emilio estaba nuevamente prendido en la lucha por la punta.

Con el número 5 enfrentó 1995, sólo pudo triunfar en Balcarce, logró cerrar el año con un segundo puesto en Buenos Aires. Los Chevrolet recuperaban luego de 5 años el número 1 en manos de Juan María Traverso y el 2 en manos de Luis Minervino, pero el 3 lo perdió Emilio por 1 punto con el "Gurí" Martínez (Ford).

En 1996, el Chevrolet tenía el N° 4, logró 4 triunfos en la temporada. En la segunda fecha del torneo ganó en Balcarce, volvió al triunfo en Las 2 Horas de Buenos Aires en pareja con Patricio Di Palma, en Trelew no tuvo suerte, pero se desquitó en la inauguración del Autódromo Roberto Mouras de La Plata, ganándole en forma espectacular a Omar Martínez.


Luego de La Plata, ganó la siguiente carrera Buenos Aires, el 3 de noviembre de 1996, con 120 kilos de lastre en una peleada carrera con Ciantini, Urretavizcaya, Pernía, Minervino, etc. Siendo esta carrera del Autódromo su última victoria en la categoría, totalizando un total de 27 triunfos.


Finalmente con el auto cargado con 150 kilos de lastre, le hizo perder protagonismo en la lucha por la punta, con lo que se tuvo que conformar con el número 4 para la siguiente temporada.
En 1997 no tuvo buenos resultados, cayó del 4 al número 7 en el ránking.
En 1998, se le escapó el triunfo de las manos en la inauguración del autódromo de Mar de Ajó, ante Guillermo Ortelli, con quién peleó el campeonato '98 hasta la última carrera de Olavarría, clasificándose subcampeón, detrás de Ortelli.

Se desvinculó en 1999 de su hermano Pablo, para armar su propio equipo, pero siempre con motores de su hermano. El año le fue difícil, apenas pudo conseguir un tercer puesto en Rafaela.

Con un Chevrolet nuevo construido por Cristian
Avila, encaró el 2000, pero no logró los resultados esperados, según Emilio el auto no
respondía a los cambios y por lo tanto no lo podían hacer funcionar correctamente. Siendo esta su última temporada arriba del auto.

En el 2001, no compite, pero sigue yendo a las carreras, para atender los autos de su equipo que alquila para el TC y TC Pista, de la marca Chevrolet por supuesto. En el 2002, tuvo como piloto en su equipo a Emiliano Spataro, logrando algunos resultados relevantes.

Finalmente, luego de 2 años de inactividad, el 20 de noviembre del 2002, se despidió del automovilismo en el Carburando Café, donde compartió toda la noche con sus aficionados firmando autógrafos.

Durante 2003 y 2004, sigue ligado al Turismo Carretera atendiendo los autos de su equipo, siempre del a marca Chevrolet y teniendo como piloto más relevante a Matías Rossi, que le sirvió de vidriera para ser contratado por el equipo oficial General Motors de TC 2000. Rossi sigue compitiendo TC pero no con el equipo de Emilio.

El equipo Emilio Satriano Sport con autos en TC, TC Pista y TC Mouras, le permiten en 2005 a Sebastián Diruscio pelear el campeonato de TCP y pasar a la división mayor. En el 2006 con motores preparados en su propio equipo logran el campeonato 2006 del TC Mouras de la mano de Federico Alonso.

Corrió 310 carreras (todas con Chevrolet), imponiéndose en 27 de ellas, siendo el piloto que más carrera disputó en toda la historia del TC y el que más victorias le dio a Chevrolet. Ha triunfado en 80 series, lo que lo convierte en el más ganador de parciales dentro del Turismo Carretera y un Campeonato, lo que no es poco.