
El nuevo diseño del monoplaza del equipo que dirige deportivamente Christian Horner y que conducirán Daniel Ricciardo y el recién ingresado Daniil Kvyat, es muy similar al de pasadas temporadas, predominando el azul y el rojo, clásicos en Red Bull, abandonando el camuflaje "zebra" visto en las pruebas de Jerez y Barcelona.
Red Bull basó desde el comienzo de su presencia en F1 en el diseño del envase de la bebida energética y se fue modificando ligeramente eliminando el plateado y resaltando el azul, rojo y amarillo, con mayor presencia visual.
Si bien los tonos se fueron intensificando a lo largo de la década, se mantuvo el "color nacional" de Austria en el automovilismo, el azul.