La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha vuelto a revisar la norma del soplado sobre el difusor y, después de hablar anoche de subirlo al 50%, lo ha situado ahora en el 10% para el GP de Gran Bretaña de Fórmula Uno.
La polémica parecía haberse detenido hace unas semanas cuando la FIA estableció que la ventaja aerodinámica de la que se beneficiaban algunos equipos, y Red Bull por encima de todos, quedaba anulada para el GP de Gran Bretaña, y de esta forma se impedía que los gases expulsados cuando el piloto no acelera fuesen a parar al difusor.
No obstante, ayer, ante la presión de Renault, que utiliza los motores de Red Bull, se convocó una reunión nocturna en la que los equipos y las empresas que suministran los motores hablaron de situar al 50% la limitación que había restringido la FIA. Esta limitación se refiere a las mariposas de admisión por donde entra el combustible en el cilindro. El 100% es en régimen de conducción normal, y el 10% que establece la FIA es el máximo que permitirá a partir de ahora cuando el piloto no acelere el motor.
La ventaja que se había implantado era que a pesar de que el piloto no acelerase el motor, las mariposas de admisión seguían abiertas al 100% expulsando gases pero sin quemar combustible, lo que se ha denominado gases fríos.
Este sistema ha permitido ventajas extraordinarias en materia de aerodinámica a equipos como Red Bull, por lo que la escudería austríaca ha estado luchando estos últimos días, y especialmente estas últimas horas, para que la norma no sea tan restrictiva y que el porcentaje sea el más alto posible, incluso advirtiendo que a régimen bajo el motor Reanult podría tener problemas.
Con esta casi definitiva decisión del 10% en Red Bull sospechan que esta reducción de gases fríos podría restar unas décimas en cada vuelta a los dos monoplaza, imprescindibles hasta ahora para ser dominadores en la serie de clasificación y en las carreras.
De esta forma, a partir de la carrera de Silverstone, y como ya se había refrendado hace semanas por la FIA, los monoplazas sólo podrán soplar al 10%, y no al 50% como decía el compromiso que Red Bull había alcanzado anoche en la reunión con la FIA y las empresas de motores.
Así, la telemetría de los coches a partir de hoy deberá mostrar que los sensores en los motores constatan que soplan un 10% como máximo cuando las revoluciones sean a 12.000 vueltas, mientras que pueden llegar al 20% cuando el régimen del motor suba a 18.000 revoluciones por minutos.
A pesar de la intensa polémica, no se descarta más controversia y cambios en la norma después de que los jefes de equipo hayan mostrado hoy su indignación, especialmente el de Red Bull, que esta mañana ha estado más pendiente de los despachos que de la tercera sesión de entrenamientos libres.
