sábado, 28 de noviembre de 2009

F1: BMW VUELVE A MANOS DE SAUBER



BMW vendió ayer el equipo a su antiguo dueño, Peter Sauber, a cambio de que obtenga una posición en la griilla de partida del próximo Mundial y recorte la plantilla de 388 a 250 empleados. Cuando el ex vendedor de autos suizo, de 66 años, debutó con su escudería en el gran circo en 1993, sólo Ferrari representaba a un constructor. El resto suministraban motores. Ahí estaban Honda, Ford, Renault, Lamborghini o Yamaha. Así fue hasta que, en el 2000, Jackie Stewart dio un paso al frente al vender su escudería a Ford, que compitió como Jaguar.

Tampoco le fue mal a Ron Dennis al vender el 40% de McLaren a Mercedes, o a Eddie Jordan, que se llevó una millonada de los rusos de Midland. En épocas más recientes, la extinta Honda se hizo con BAR, que heredó la antigua estructura de Tyrrell. Es decir, la F-1 se hizo de los constructores de autos. Y del dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, que compró Jaguar en 2005 y le forró el riñón a Paul Stoddart al hacerse con Minardi (actual Toro Rosso).

La crisis provocó el adiós de Super Aguri, Honda, Toyota y BMW. Sólo quedan tres marcas vivas, Ferrari, Mercedes y Renault (si no se marcha). La F-1 viaja hacia los setenta de los carreristas, pero al menos, si la FIA no lo impide, no perderá a Sauber y sus instalaciones de Hinwill. El motor que pretende es el Ferrari. Sauber está orgulloso de su vuelta: "El nuevo equipo tendrá un futuro muy bueno en una F-1 cuyas nuevas condiciones beneficiarán a las escuderías privadas".