jueves, 3 de marzo de 2011

F1: PIRELLI ACEPTA EL DESAFIO DEL AGUA


Bernie Ecclestone volvió a sorprender con otra de sus originales ideas. Ahora propone incrementar la emoción de las carreras de Fórmula 1 mojando artificialmente el asfalto, de modo que existan nuevas incertidumbres que puedan reflejarse en los resultados. ¿Una posibilidad descabellada? Puede que quizá no tanto, al menos es lo que piensa Paul Hembery, el director de competición de Pirelli.


En declaraciones a la revista 'Autosport', el máximo responsable deportivo del nuevo proveedor de neumáticos de los grandes premios fue claro al respecto: "Pienso que los comentarios de Ecclestone son muy interesantes". Y asegura que el patrón de la F-1 no es el precursor de la propuesta: "Tras nuestro test privado con pista mojada en Abu Dhabi, le vi y le dije: ¿por qué no hacemos una carrera en mojado? La tecnología te permite empapar un circuito con aspersores, así que la idea no es tan descabellada".

Y es que Hembery comparte la opinión de Ecclestone de que se trata de dar un buen espectáculo: "En definitiva, lo que todos queremos es que el público le preste atención a lo que le estamos ofreciendo. Y la Fórmula 1 debe competir con otros deportes por el espacio de entretenimiento disponible, por lo que es importante ofrecer cosas que sean interesantes".

Pone como referencia al respecto el GP de Singapur: "Un buen ejemplo es la carrera nocturna. Algunos podrían decir que hacer correr los coches bajo la luz de los focos es algo artificial; sin embargo, se ha convertido en una de las pruebas más espectaculares del año. Es impresionante".

Su confianza en los atractivos de esta idea es total: "Viendo el desarrollo de nuestros test en Abu Dhabi, la introducción de las carreras en piso mojado podría ser espectacular. Además, no existirían problemas de visibilidad, porque no habría nubes y el cielo estaría despejado".

Tampoco cree que para su marca tal circunstancia pudiera resultar un problema: "Desde el punto de vista del fabricante de neumáticos, no existe dificultad alguna para la fabricación de un producto adaptado a estas exigencias. En el pasado hemos disfrutado de grandes carreras gracias a las incertidumbres de la climatología, así que ¿por qué no?"

Hembery plantea todo esto dentro de la lógica propia de la competición y de su espíritu: "Estoy de acuerdo en que sacar coches de seguridad con cierta frecuencia para neutralizar las diferencias sería ir demasiado lejos. Pero creo que aportar nuevos desafíos a pilotos y equipos con la presencia de una lluvia artificial podría ser algo genial".