viernes, 5 de septiembre de 2014

JOCHEN RINDT, EL CAMPEON POSTUMO DE F1

05 de Septiembre de 1970 - 44° Aniversario - 05 de Septiembre de 2014
A la hora de nombrar a los máximos exponentes dentro de la Fórmula 1, Jochen Rindt es uno de ellos, a 44 años de su fallecimiento en Monza, lo recordamos de esta manera...
Nunca imaginó Karl Jochen Rindt que el destino le iba a quitar más cosas de las que le iba a dar. Desde pequeño sufrió la ausencia de sus padres (quienes murieron en medio de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en Alemania) cuando tenía tan solo 15 meses. Bajo la crianza de sus abuelos maternos se trasladó a Graz, donde le hicieron adoptar la nacionalidad austríaca.


Rindt creció con una personalidad muy fuerte, rebelde y era muy raro verlo con una sonrisa. Todo esto se fue acrecentando, ya que durante su niñez y juventud sus abuelos le concedieron todos sus caprichos para que no se notara la falta de sus progenitores. Así fue que por un pedido casi a gritos tuvo su primer Jaguar Sport con el que inició su campaña deportiva. En Goodwood, sintió arriba de su auto el placer de la velocidad, de lo incierto, y decidió con todas sus ganas que pasaría el resto de su vida como corredor.

Fue en su país que a bordo de un Alfa Romeo Giuletta TI 1300 consiguió sus primeros triunfos, pero más importante aún fue que su nombre comenzó a resonar por todo el ambiente automovilístico.

En 1963 decidió probar suerte con los monopostos y gracias a la ayuda de Barry Bland compitió en la Fórmula Junior. Tras la muerte de Bland, Rindt quedó como primer piloto del equipo y sus actuaciones cada vez acaparaban más la atención del público, que veía en Jochen a un gran piloto. Uno de esos momentos fue en Cristal Palace donde venció nada menos que a Graham Hill. Pero cuanto más confianza tomaba con el mundo del automovilismo, más hacía notar su personalidad y tiraba municiones gruesas contra cualquiera. Así fue cuando se enteró que los británicos lo llamaban "austríaliano". Enfurecido respondió que "los ingleses son tan necios que no pueden creer que un buen piloto no sea australiano". También se dio el lujo de rechazar una buena oferta que le había hecho Rod Walker para integrarlo en su equipo de Fórmula 1 y otra de Ferrari para el Mundial de Sport. Sin embargo, le dio el visto bueno a la propuesta de John Cooper para manejar sus autos en el Mundial de Fórmula 1.

Sus comienzos no fueron los esperados ya que en su debut, nada menos que en Austria, tuvo que abandonar cuando piloteaba un Brabham-BRM. No siempre sus abandonos eran por problemas mecánicos, sino que muchas veces abandonaba por voluntad propia cuando veía que no podía sumar puntos. "Para mí no tiene sentido seguir en la pista si ya no tengo posibilidades de vencer", añadió en varias oportunidades. Los fines de semana competía con la F-2 y por sus reiterados triunfos se ganó el apodo de "Rey de la Fórmula 2". En 1964 ganó, junto a su compañero Masten Gregory, las 24 Horas de Le Mans.

Su gran salto fue cuando llegó a la escudería Lotus, al ser
convocado por Colin Chapman para ocupar la butaca del fallecido Jim Clark. El cambio no le modificó su forma de pensar y cuando tuvo que criticar a su equipo lo hizo sin pelos en la lengua, algo que con otros pilotos no pasaba. Jochen Rindt consiguió su primera victoria en la carrera de Watkins Glen, pero casi no hubo festejos porque en un accidente Graham Hill, su coequiper, había sufrido las fracturas de sus dos piernas. Luego vinieron los triunfos en Mónaco, Holanda, Francia, Inglaterra y Alemania.

En 1970 tenía que ser su año y por eso Chapman puso a su servicio el magnífico Lotus 72. "Me están saliendo las cosas tan bien, que me da miedo", les confesó una vez a sus más allegados. Y el destino parecía darle la razón cuando unos días antes (justamente en el Gran Premio de Austria) debió abandonar debido a que el motor de su auto se había roto. Pero el 4 de septiembre de 1970 fue cuando se vio cara a cara con la muerte. Su Lotus hizo una pirueta inexplicable al encarar la curva Parabólica de Monza, a más de 170 km/h. Luego de un zigzagueo en el momento del frenaje comenzó el despiste con el posterior impacto de frente contra las vallas de contención, y el retorno a la pista. Bernie Ecclestone, su amigo y manager comprendió lo sucedido cuando vio que Rindt no salía del auto. Al llegar al lugar del hecho lo vio inconsciente y sangrando. Enseguida una ambulancia lo trasladó al hospital de Monza, pero no sirvió de nada. Jochen Rindt había fallecido.

Las teorías del accidente fueron muchas, pero ninguna lo suficientemente clara. Chapman tuvo que enfrentar un gran juicio, hasta que se le otorgó la culpa al fabricante de la punta de eje rota.

El campeonato siguió su marcha y el belga Jacky Ickx -que conducía una Ferrari y había ganado en Canadá- quedaba cerca del título. Pero fue solo una ilusión ya que en Watkins Glen Emerson Fittipaldi, a bordo de un Lotus similar al de Rindt, ganó la carrera. Automáticamente, el 4 de octubre Karl Jochen Rindt se convirtió en el primer campeón post-morten de Fórmula 1.

UN REGALO DEL CIELO

Nombre completo: Karl Jochen Rindt
Fecha y lugar de nacimiento: 18 de abril de 1942 en Maizan-Rhim, Alemania.
Trayectoria: Empezó corriendo en monopostos, Fórmula 2 y Fórmula 1. Disputó las 24 Horas de LeMans en 1964. También hizo una muy rápida incursión en el circuito de Indianápolis. Corrió en Brabham y Lotus.
Carreras disputadas: 60. Ganó en 6 oportunidades, 1 pole position y 10 récords de vuelta.
Títulos: Se adjudicó las 24 Horas de LeMans en 1964. Se convirtió en el primer campeón post-morten de la F1 en 1970.