miércoles, 2 de marzo de 2011

F1: QUE PASA CON LAS GOMAS


La suspensión del GP de Bahrein de Fórmula 1 trajo como corolario el desplazamiento de las pruebas previstas para estos días en ese país, rumbo a Barcelona. En ese contexto, los equipos se perdieron una oportunidad preciosa: ensayar los nuevos neumáticos Pirelli en condiciones extremas de calor, lo que habrían conseguido en Sakhir pero difícilmente podrán replicar en Europa aunque estén a orillas del Mediterráneo.


Eso supone que a la carrera inaugural del Mundial van con más incógnitas que las razonables, y a los pilotos les preocupa. Casi con desesperación se quejó el campeón mundial Sebastián Vettel: "Las gomas se gastan demasiado rápido. Solo sirven para hacer 16 o 17 vueltas y luego empiezan a gastarse, y el piloto no tiene ninguna posibilidad. A todos los equipos les tomará tiempo acostumbrarse a los nuevos neumáticos, ahora es demasiado tarde tenemos que correr dentro de algunas semanas".

Que la goma se desgaste más rápidamente que la Bridgestone del 2010 no es sorpresivo: es lo que buscaba la dirección de ingeniería de Pirelli. Su intención es provocar por lo menos dos paradas en boxes durante cada Grand Prix, de manera de aportar una cuota en una mayor imprevisibilidad de las carreras y colaborar con el espectáculo.

"La superior degradación era una característica especialmente pedida por los equipos y los organizadores para mejorar el show. Esta es una oportunidad para la Fórmula 1, no un problema" reaccionaron los italianos mediante un comunicado

Es probable que, más allá de las pruebas de la semana que viene en Barcelona, los equipos no vayan a contar con todos los datos necesarios cuando comience el Mundial en Australia, y quizás las primeras carreras se transformen en algo parecido a una lotería, sin seguir una lógica precisa en términos de rendimiento Acaso no gane el mejor auto o el mejor piloto, sino aquel que acierte con la combinación o la estrategia.

Solo cuando los equipos entiendan mejor el comportamiento del neumático, su potencial y sus limitaciones, el ordenamiento se establecerá naturalmente en función de los méritos mecánicos de unos y otros. Aunque, por supuesto, nadie puede esperar que solo el azar del consumo de caucho permita a un Lotus, un Marussia Virgin o un HRT terminar por delante de un RedBull, un McLaren o una Ferrari.


Pablo Vignone