
La jornada fue más que positiva para el equipo que conduce la familia Soljan. La misión de poner en pista el Torino fue cumplida con creces, más allá de las interminables jornadas de trabajo que demandó cumplir en tiempo y forma con el desarrollo y posterior construcción de la unidad.
La performance del vehículo fue destacable a lo largo de las 30 vueltas en las cuales el Tato se mostró en el asfalto de Nueve de Julio. En la parte inicial del día se trabajó en el chequeo de cada elemento recientemente construido y luego se fue buscando un tiempo lógico de vuelta, en la medida que la confianza del piloto se hacía notoria al volante del Toro.
Finalmente, la marca de 1m32s5/10 dejó satisfecho al piloto y a los componentes del team.