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"Es evidente que mi deseo, mi objetivo es un día manejar para Ferrari. Puedo decirlo. O para Mercedes, otra marca mítica", comentó en su país.
Pese a haber sido un dolor de cabeza para Ferrari esta temporada, el nombre de Sebastian Vettel y el de la Scuderia hace tiempo que suenan juntos para un proyecto futuro. Para alimentar los rumores, el propio piloto alemán realizó unas declaraciones que han sembrado la preocupación en Red Bull.
"Es evidente que mi deseo, mi objetivo es un día manejar para Ferrari. Puedo decirlo. O para Mercedes, otra marca mítica", comentó en su país.
El nuevo campeón del mundo de F1 lleva toda su vida ligado al equipo austríaco y aún tiene firmado con ellos un acuerdo hasta 2012, pero no descarta nada para después. "De momento estoy supercontento en Red Bull. Todavía me quedan dos años de contrato y tenemos muchos proyectos", quiso aclarar.
Estos deseos son más que conocidos en la escudería triunfadora en 2010. Todos sus dirigentes, Dietrich Mateschitz, Helmut Marko, Christian Horner o Adrian Newey, han expresado recientemente que deben construir un monoplaza competitivo cada año para poder retenerlo.
Mientras, en la escuadra italiana, fieles a su estilo, muestran su satisfacción por poder seguir contando con Fernando Alonso y Felipe Massa sin ir más allá en lo referente a 2012.
