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"Si Michael Schumacher no gana alguna de las carreras que faltan para terminar el campeonato, no será su culpa, sino la de Ferrari que no es aún suficientemente competitiva" opinó Ross Brawn, artífice de los títulos del alemán en sus años en el equipo italiano, y actual líder del equipo BrawnGP que lidera el Mundial de Constructores.
"Vuelve con su seriedad y determinación habituales, pero por sobre todo para divertirse. Personalmente, estoy muy interesado en su regreso y quiero verlo trabajar" insistió el ingeniero inglés."la Fórmula 1 no cambió mucho en términos de manejo.
El desafío más grande que va a enfrentar es el de las gomas slick -pronosticó Brawn- Pero no es una desventaja, porque esas cubiertas tornan más predecible el manejo del auto. Es cierto que no conoce (el circuito de) Valencia, pero el simulador lo ayudará".
El regreso de Schumacher a la Fórmula 1 todavía pende de la decisión de los médicos que deben autorizarlo a competir: el alemán exprimentó esta semana dolores en la musculatura del cuello, producto del accidente que sufrió en febrero ensayando una moto.
