viernes, 30 de enero de 2015

CUANDO LOS TECEÍSTAS INVADIERON DAYTONA...

MISION ARGENTINA - 24 HORAS DE DAYTONA '93

30 de Enero de 1993 - 22 Años - 30 de Enero de 2015

Aquellas camperas azules y blancas se esparcieron por el histórico circuito de Daytona y se transformaron en banderas móviles del automovilismo nacional. Eran ocho pilotos titulares y un suplente, esta Misión Argentina estaba comandada por gente de Carburando, directivos de la ACTC - que patrocinaron la idea -, periodistas y más de 700 aficionados que apuntalaron la ilusión de participar en las 24 Horas de Daytona.

Terminaba enero de 1993, cuando dos autos de Oldmobile del equipo de Dale Kreider, con sendos cuartetos de pilotos argentinos se sacaron las ganas de estar allí y de algo más: llegar, algo que no fue poco.

En la butaca del Oldmobile N° 23 se alternaron Oscar Aventín, Osvaldo Morresi, Juan Manuel Landa y "Cocho" López; en el auto N° 25, que también estaba pintado al igual que el otro de celeste y blanco, Jorge Oyhanart, Fabián Acuña, Emilio Satriano y Eduardo Ramos. También estuvo Hugo Mazzacane como integrante de la Misión.

Pero hubo un gran ausente, Roberto José Mouras, quién se había topado con la muerte contra un talud de tierra en Lobos, un par de meses atrás.

No existía experiencia previa. Desde el miércoles anterior a la carrera se realizó un rápido curso de adaptación, y hasta hubo que entenderse en inglés con los mecánicos, aunque finalmente en el momento de la verdad, el "Vasco" Oyhanart copó la parada e hizo un movimiento "revolucionario" y los demasiados serenos mecánicos locales fueron desbancados por la "jauría teceísta" que copó las herramientas y le dio más dinámica a la tarea en los boxes.

Otros dos argentinos que también estuvieron en la pista fueron Juan Manuel Fangio II con un equipo poderoso que abandonó y Daniel Urrutia que quedó muy retrasado. El aporte de ambos pilotos en cuanto al conocimiento del ambiente fue positivo para la Misión, lo mismo que la inestimable presencia de José Froilán González, a quién en el lugar de todos lo recordaban como el primer piloto que llevó al triunfo a una Ferrari en la Fórmula Uno.

La consigna era llegar, repetida hasta el hartazgo. Y se logró el objetivo. El auto N° 23 arribó en la posición 35to en la General y 11mo en su Clase; el N° 25 quedó 25to en la General y 8vo en su Clase. Aquel auto 25 llegó a estar 19no en la General y 7mo en su grupo , cuando se llevaban corridas seis vueltas, y el N° 23 en la vuelta 18 pasó 23ro y 8vo respectivamente.

Terminaron la extenuante aventura tirando juntos, como un símbolo de lo que fue la INOLVIDABLE Misión Argentina a Daytona.