..:: Campeones ::..
En el día de ayer la Asociación Corredores Turismo Carretera comunicó oficialmente la decisión tomada en las últimas horas:"En
la reunión de Comisión Directiva celebrada en la noche del martes 07 de
abril de 2015, se trató la renuncia indeclinable al cargo de
Vicepresidente 1º de la institución presentada por el Sr. Diego Oscar
Raúl Aventin, y la misma ha sido aceptada"
De esta
forma, y en poco tiempo, la “Era Aventín” en la dirigencia de la ACTC
llegó a su fin tras una serie de hechos que se precipitaron en apenas un
año y medio.
Todo comenzó en octubre de 2013 cuando,
después de 12 años de conducción, Oscar Aventín dejó el cargo de
Presidente de la institución. Claro que por entonces su poder político
pareció no declinar porque en ese mismo momento proyectó a su hijo Diego
de Vocal Suplente a Vicepresidente primero nada menos.
Además,
aquellos eran días de satisfacción para la familia de Morón pues apenas
dos meses después de asumir ese rol más importante en la Comisión
Directiva, el “Pumita” por fin logró la corona de Turismo Carretera
después de muchos intentos. Pero Diego, si bien en ese momento
manifestaba públicamente que “estaba para aprender de Hugo y colaborar”,
nunca se llevó bien con los Mazzacane. Ni con el propio Hugo que
reemplazó a su padre, ni con Gastón, que había sido ascendido así como
él, en este caso a vicepresidente segundo.
Dicen quienes
conocen muy bien la sede de Bogotá 166 que el manejo personalista de
muchas cuestiones lo fue dejando sin apoyo entre la mayoría de los
miembros de Comisión. Sin embargo, el poder de su padre (para muchos
desde el anonimato) y el suyo propiamente dicho, seguían intactos. ¿Por
qué? Porque Oscar era el presidente de FADRA (Fundación de Automovilismo
Deportivo de la República Argentina), la fundación que maneja la
cuestión comercial y tiene el mando económico en los negocios de la
ACTC, y Diego ocupaba el cargo de Tesorero en la misma. Sin dudas, dos
lugares claves.
Por ejemplo, a nadie escapa, y todos
conocen en el ambiente teceísta, las “obligaciones económicas” que cada
equipo, piloto, preparador, etc. tiene en cada carrera. También lo que
se paga por distintos “servicios” dentro de un autódromo cada fin de
semana. Ni hablar de los altos contratos que la categoría suele firmar
con las Gobernaciones de las diferentes provincias para “llevar” el TC, y
del dinero recibido en concepto del Automovilismo para Todos. Todo eso
está bajo la órbita de FADRA. El control de la Caja siempre fue un bien
preciado.
Antes del inicio de la actual temporada,
Mazzacane tomó el mando de la Fundación y Diego renunció (o le
sugirieron que lo haga) al cargo de Tesorero. Mientras tanto, luego de
muchas charlas, Oscar no fue desplazado y sigue siendo el Presidente,
pero algunos afirman que simbólicamente, porque ahora el que decide,
verifica, y controla todo es Hugo.
Por eso, tras el
“repaso” de los números que se generaron en los últimos tiempos, el año
empezó movido.
Primero se hizo pública la ruptura con Pistas Argentinas,
la productora que nació en el 2012 con la llegada del Automovilismo
Para Todos. Mazzacane con el apoyo de la Comisión Directiva rompió el
vínculo porque según explicó “el servicio era muy caro”. Ahí
pareció quebrarse totalmente la relación con Diego quien siempre se
mantuvo muy cercano a esa productora. Y luego, al “Pumita” también le
quitaron el manejo de la “Copa Bora”, la nueva categoría que acompaña al
TC este año. De hecho, ya ni siquiera estuvo en Toay.
La
renuncia a ambos cargos (primero como Tesorero en FADRA y ahora como
Vicepresidente Primero en la ACTC), parece ser una salida elegante,
aunque en los pasillos del edificio del barrio de Caballito muchos creen
que lo obligaron a dar un paso al costado por algunas cuestiones de
negocios poco claras.
También por estos días se ve que
los nombres en otros cargos y funciones ya empezaron a cambiar, tanto en
la ACTC como en FADRA. Y algunos arriesgan que lo seguirán haciendo a
corto o mediano plazo.
Queda claro que el cambio está en marcha... Una Era (institucional) terminó para el TC…