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Admirador de la Fórmula 1 desde hace mucho tiempo, todo comenzó un día
que Kevin Thomas estaba navegando por la popular casa de subastas en la
red 'eBay', cuando se encontró con un anuncio que ofrecía un par de
chasis construidos para la ya desaparecida BAR (British American
Racing). Thomas no lo dudó y contacto con el vendedor, estableciendo así
la base de su actual proyecto.
Era el chasis previsto para la temporada 2001, pero fue descartado tras
las pruebas. Eso sí, cuenta con todos los lujos que terminaron
componiendo los monoplazas que esa temporada manejaron Jacques
Villeneuve y Olivier Panis. Desde entonces, Thomas se ha encontrado con
grandes dificultades a la hora de encontrar piezas específicas para su
chasis, por lo que se ha visto obligado a improvisar con subconjuntos de
piezas de otros monoplazas, en un proceso lento y laborioso que ha
requerido grandes dosis de paciencia.
Junto a la paciencia, evidentemente también exige un cierto nivel de
habilidad mecánica y voluntad de aprendizaje. Por ejemplo, los pontones
laterales son de un Williams posterior, y fue Thomas el que tuvo que
acoplarlos a su BAR; mientras que la suspensión fue sacada de un
Bennetton.
En cuanto al motor, Thomas ha planeado emplear un V6 de la Fórmula
Renault 3.5, mucho más fácil de conseguir que el 3.0 V10 original del
BAR. La potencia del Renault es de 'solo' 480 CV, menos de dos tercios
del motor del BAR para el que el chasis fue construido originalmente,
pero más que suficiente para las habilidades de cualquier aficionado.
Lógicamente, el monoplaza de Thomas jamás ganará un Mundial de Fórmula
1, pero por el momento puede presumir de haber construido un Fórmula 1 y
de tenerlo en el patio de su casa, que no es poco.