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Fernando Alonso tiene clara su misión en la última cita del año de la
Fórmula 1. "Ayudar en todo lo que pueda a Felipe (Massa) para que tenga
la despedida que se merece. Eso también será ayudar al equipo", dijo al
llegar al escenario en el que logró dos títulos mundiales (2005 y 2006) y
se jugó otros dos en 2007 y 2012.
Los intensos recuerdos de otros años no se reproducirán el domingo.
"Siempre ha sido una gran premio con gran estrés para mí, desde que
aterrizaba el avión, estaba en el hotel y venía al circuito. Este año
está la lucha por el segundo puesto en constructores, pero es algo más
relajado. Ojalá el año próximo podamos luchar con Vettel y Red Bull, que
han sido claramente mejores", reconoció el español.
La previsión de lluvia para todo el fin de semana no le supone una
especial preocupación al asturiano, porque "lo extraño sería encontrar
aquí una pista seca. Intentaremos adaptarnos".
También tuvo palabras especiales de cariño para Mark Webber, que
disputará aquí su última carrera de Fórmula 1. "Siempre ha sido un tipo
honesto. Cuando dice algo lo cumple. Nunca he tenido un solo problema
con él en pista y creo que se va un gran piloto. Le echaré de menos",
dice. En cuanto a Massa, Fernando le desea "lo mejor en su nueva etapa.
Espero que no nos ponga las cosas muy difíciles el año próximo. Hemos
mantenido una buena y productiva relación", relató.