La segunda batería de la clase 3 se presentaba con un
gran desafío. El Fiat de Leonel Pernía debía demostrar que el 1-2 de la
clasificación sabatina no había sido una casualidad. Luego del triunfo
de Franetovich, la experiencia de Pernía debía amalgamarse con el buen
andar del Linea.
La segunda colocación era
propiedad de Roby Luna que dividía su preocupación entre el ataque al
piloto de Tandil y su preocupación por Guillermo Ortelli que largaba
tercero.
Pero nadie tomó en cuenta a Lucas
Bagnera que llegaba desde la clase dos y largaba desde la cuarta
colocación. El semáforo habilitó a todos y Pernía aceleró mejor que Luna
pero nunca consideró que Bagnera podía acelerar por afuera para saltar
desde la cuarta colocación a la primera en el ingreso al curvón.
Pero
Pernia salió rápido a buscar la primera posición que logró cuando
llegaban a la mitad del circuito. Con una gran maniobra por afuera el
Fiat superaba al Focus del debutante. Mientras esto sucedía en pista los
comisarios deportivo analizaban la maniobra de largada de Bagnera
entendiendo que podía haber alguna anomalía.
Luna
desde la tercera colocación recuperaba terreno y lograba superar a
Bagnera que caía a la tercera posición delante de Ortelli.
La
mitad de la serie nacía cuando Leonel Pernía empezó a desprender una
estela de humo muy fuerte como consecuencia del desprendimiento de
aceite que llegaba desde el embrague. Así lo comunicó el piloto mientras
mantenía la primera colocación sobre Roby Luna que no podía aprovechar
esta situación.
El Fiat seguía adelante bailando
de un lado para el otro producto de la inestabilidad que provocaba el
derramamiento del líquido del embrague.
Terminó
la segunda serie con el triunfo de Pernía, quién apenas pasó la línea de
sentencia levantó para detener su máquina de manera inmediata. La
segunda posición quedó fue para Roby Luna mientras que tercero finalizó
Lucas Bagnera.
"Se hacía imposible seguir en
la pista por el estado en que estaba. Yo venía complicado con el aceite
que desprendía el auto de Pernia." aseguró el riojano Roby Luna cuando todavía estaba en el parque cerrado.
"El
humo era mucho y entró de golpe al habitáculo complicando la
visibilidad pero el auto venía bien. En la última vuelta se cayó un
poquito la presión de aceite. Debido a este inconveniente tendremos que
cambiar el motor y esperamos poder cerrar una gran final" aseguró
el piloto de Tandil luego de un chequeo médico de rutina al que fue
sometido por los gases que invadieron el habitáculo.
Ganó Pernía, con susto, y confirmó el gran momento del FP Racing