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El
diseñador de los Buggy que corren Al Attiyah y Sainz busca ocupar un
lugar importante en la competencia más difícil del mundo. Con sus ideas e
ingenio sueñan con destronar al poderoso equipo Mini.
A pesar de haber
llegado sin ensayos al Dakar, el equipo de los Buggy que manejan Nasser
Al Attiyah y Carlos Sainz busca rápidamente ingresar en la elite de la
competencia más difícil del mundo.
De la mano de Gerard Zyzik, su
diseñador, sueñan con quebrar la hegemonía de Mini, basándose en la
innovación y atrevimiento con el apoyo económico de Red Bull.
Este
ingeniero francés estuvo en la F1, concretamente en Sauber, a finales
de los 90, pero su mundo es otro. "Allí viví nuevas experiencias, todo
era diferente, pero me gusta más el desierto", evoca.
Zyzik dio sus primeros pasos en el histórico equipo Citroën, que
dominó con firmeza la prueba a principios de los 90. Luego no se
encontró con Sainz por poco. Carlos había estado en Toyota WRC ganando
en 1990 y 1992. Gerard aterrizó en la firma japonesa en el 93 y estuvo
hasta el 96. Se acabaron encontrando cuando en 2005 el madrileño firmó
por Volkswagen para el Dakar. Allí era el jefe de desarrollo y rediseñó
gran parte del Touareg.
En total, el galo ha logrado 5 victorias
en 12 participaciones. Ahora fue Al Attiyah quien se empeñó en que
dejara la seguridad de VW. Allí era el jefe del equipo de test del Polo
WRC, dónde también estaba Sainz. "Claro que fue duro dejar Volkswagen.
Estuve mucho tiempo allí, pero Nasser me apretó mucho para que me
viniera. Me dieron libertad total para hacer el chasis y eso fue
importante", relata.
Y lo que se encontró es que el qatarí había encargado un buggy a la
empresa estadounidense Jefferies, que había que adecuar, contrarreloj,
al Dakar. "Es un coche americano y allí tienen una filosofía diferente a
la europea. He tratado de incorporar mi experiencia del pasado en el
Dakar. Fue con un 4x4, pero un coche de carreras es un coche de
carreras. Los estadounidenses colocaban los pesos en sitios que, para
mí, no son los correctos. Yo decidí poner más en el centro, más abajo.
Si lo ves, el coche es bastante pequeño, aunque pueda parecer grande. Es
muy compacto", comenta con modestia.
Su revolución radica en eso. Todos los buggys cargan las ruedas de
repuesto atrás, junto con el depósito. Demasiados kilos. Eso hace que
cuando saltan, al caer entren en picado. Él puso las ruedas a los lados
logrando un equilibrio que, por ahora funciona, aunque no guste a todos.
"Estéticamente no es muy bonito, pero lo importante es que funcione.
Gerard es muy bueno, tiene mucha experiencia y nos conocemos bien",
valora Carlos.
El nuevo alto cargo del equipo Qatar Red Bull defiende sus ideas. "No
estoy de acuerdo con que sea feo. Un coche rápido es un coche bonito,
con lo que este coche es bonito", zanja a la par que está encantado de
tener a su lado al español. "Tenemos la suerte de tener a Carlos que es
un tipo que es muy bueno en el desarrollo de los coches. Eso nos va a
ayudar mucho en temas como suspensiones o puesta a punto", analiza.
Más que el Newey del desierto, Zykiz preferiría que se le recordara
como otro genio mítico de la F1. "Mi ídolo fue Gordon Murray. Cuando era
un ingeniero joven me fijaba en él. Newey forma parte más de la familia
Red Bull. Le está yendo bien en la F1, pero él se dedica más a la
aerodinámica. Le conozco y después del Dakar nos ayudará con pequeñas
cosas