Matías Rossi o Christian Ledesma quién de los dos se
quedará con el campeonato del Turismo Carretera en esta versión 2014.
Esta es la pregunta que todos nos hacemos. Es la pregunta que sobrevuela
el mundo del automovilismo deportivo en nuestro país.
Es
que la paridad con la que los dos pilotos de Chevrolet llegan a esta
última instancia es increíble. Más allá que Rossi prevalece sobre el
marplatense por una interesante diferencia de puntos a su favor no tiene
nada asegurado.
En la víspera de la definición
se escucho una frase tan trillada como cierta. "Las carreras hay que
correrlas y se terminan con la bandera a cuadros". Así se define por
algún lado los momentos previos. Casi como justificando las esperanzas
de un Ledesma que nuca bajó ni bajará los brazos mientras las
matemáticas le cierren.
Es que el temple del
piloto del Jet Racing hizo, entre otras cosas, que llegue a esta parte
con esas posibilidades que mantienen un sueño intacto.
Ledesma
contó con una segunda parte del año muy buena, en las que ganó carreras
y mostró una superioridad sobre el resto de los pilotos, inclusive
sobre Matías Rossi que a esa altura ya mantenía la tranquilidad que le
brindaba la buena cosecha de puntos que realizó en la primera parte del
año.
Ledesma es el retador y para ser retador
cuenta con un equipo colmado de experiencia. Cuenta con un Chevrolet que
vuela, no se para y es confiable. Eso se suma a la confianza que el
mismo piloto demuestra en su mirada. Christian Ledesma está tranquilo y
eso es una buena carta para jugar en el momento justo.
El
candidato es Matías Rossi y como tal sobre él recae la presión de ser
si o si el campeón. Casi como un estigma todas las miradas apuntan a él.
Parecería imposible que a Rossi se le escape el campeonato pero como
dijimos al principio las carreras hay que correrlas y terminan con la
bandera a cuadros.
Pero en este automovilismo
todo puede pasar y por eso Matías toma los recaudos necesarios y se
mantiene en su mesurada postura. Sabe que cuenta con un auto que siempre
respondió. Aún cuando en alguna tanda de entrenamientos no se
encontraba en las mejores condiciones el auto aparecía. Su equipo
también cuenta con experiencia. Su motorista sabe lo que es definir un
campeonato bajo una profunda presión y eso es un punto a favor del líder
del campeonato.
Hoy Matías Rossi llega a Buenos
Aires con una gran madurez no solo como persona sino también como
piloto. Es sereno en los momentos de mucha presión, es frio para decidir
una maniobra y es especulador cuando sabe que lo mejor es sumar puntos y
no puestos.
Rossi alcanzó el equilibro justo
para mantenerse arriba sin que sienta temblar su pulso y eso para una
definición es una gran ventaja.
La definición
será cerrada y seguramente habrá actores secundarios que estarán
tallando en medio de la carrera y serán importantes. Pero solo entre dos
pesos pesados del TC esta la discusión y el domingo solo uno podrá
consagrarse.