Jonatan Castellano es el único piloto de Turismo
Carretera que ingresó a todas las Copas de Oro que se disputaron hasta
el momento y el 2014 no fue la excepción. Supo mantener ese logro para
continuar mostrándose como referente de Dodge dentro de la categoría más
popular del automovilismo argentino.
Si bien no
alcanzó el triunfo que buscó desde el inicio del campeonato, el piloto
de Lobería sacó a relucir esa regularidad que cada año lo muestra entre
los protagonistas de la máxima con la unidad que alista su propio equipo
y motoriza su padre, Oscar Castellano.
“Yo
calificaría mi campeonato con un siete ya que por un lado fue positivo
el hecho de que terminamos entre los cinco primeros del campeonato y
fuimos regulares, no llega a ser un año perfecto porque no logramos el
triunfo y estar cerca de tenerlo fue difícil”, explicó el “Pinchito”,
quien además destacó: “Nuestra mejor competencia considero fue la del
cambio de gomas en Olavarría donde se demostró el gran trabajo de equipo
para subir al podio”.
Sin embargo, fue el
potencial de su Dodge lo que le permitió volver a destacarse. “El auto
dio la totalidad de las vueltas en el año, no paró nunca, pero la
realidad también es que sólo lo tuvimos para ganar en dos fechas y
desaprovechamos buenas oportunidades, por ejemplo una carrera para el
olvido y fue la de Buenos Aires, definitivamente fue la peor, no tuve la
posibilidad de clasificar y era un autódromo donde las chances de la
marca para buscar el triunfo son muy importantes”, agregó.
Es
momento de balances pero también es tiempo de pensar en lo que viene. Y
lo que se acerca es una nueva era dentro del Turismo Carretera con
motores y estructuras totalmente renovadas y el apellido Castellano
permanecerá en la historia grande de la mano de Jonatan. Ya con la
Dodge adquirida a la ACTC y el motor Cherokee multiválvulas, la familia
Castellano trabaja para seguir ostentando esa regularidad que año tras
año le permite destacarse.