Guido
Falaschi fue el Principito del automovilismo. Fue un chico que soñó con
ser campeón, fue un piloto, un hijo, un amigo y un compañero. Fue uno
de los tantos que dejaron su vida arriba de un auto y también fue único.
Hoy, se cumplen tres años de aquel impacto que estalló en silencio.
Hoy, se conmemoran tres años desde que Falaschi dejó su pasión en una
pista.
Los
fanáticos no se permiten olvidarlo, ni sus compañeros, ni nadie que
haya sido espectador de su andar, de su habilidad. Parece que el nombre
Guido solo representa a Falaschi y es que con sólo nombrarlo la piel
quiere parecerse a la de la gallina.
Balcarce.
Ese fue el escenario que tantas alegrías trajo al automovilismo pero
que se despidió con una tragedia. Un impacto que nadie esperaba, ese que
nadie quiso ver, ese que todos vimos y nunca olvidaremos.
El
automovilismo es un deporte de riesgo y de eso no caben dudas, pero
nunca nadie espera que un ídolo, que un piloto, que un joven en pleno
crecimiento deportivo pierda la vida mientras transita el sueño que
siempre persiguió.
Falaschi
murió el 13 de noviembre de 2011. Y con sólo 21 años se convirtió en un
ídolo que permanecerá en el recuerdo de todos. Por su forma de ser, por
su talento, por lo que prometía o por su carisma. Por lo que sea, el
nombre de Guido Falaschi sigue presente en cada carrera de TC.