A través de un comunicado oficial, Toro Rosso confirmó
la incorporación de Carlos Sainz como piloto para competir el año que
viene en la Fórmula 1. El joven español, campeón de las prestigiosas
World Series, sustituirá al francés Jean-Éric Vergne y compartirá garaje
con el holandés de 17 años Max Verstappen.
Ya
el pasado 4 de octubre, desde la salida de Vettel en el GP de Japón,
Sainz era el claro favorito al asiento, pese al susto de la confirmación
de Verstappen unos meses antes.
"La Scuderia
Toro Rosso se complace en anunciar que Carlos Sainz se unirá al equipo
con efecto inmediato. Significa que nuestra alineación de pilotos para
la temporada 2015 se ha establecido como Max Verstappen y Carlos Sainz",
reza el comunicado oficial que emitió el equipo.
La
escudería italiana, que actúa como filial de Red Bull desde 2006,
afrontará la temporada 2015 con dos debutantes en la Fórmula 1, después
de que el ruso Daniil Kvyat fuese elegido hace más de un mes para ocupar
el asiento que dejaba libre la marcha de Sebastian Vettel a Ferrari.
Sainz,
de 20 años, será el undécimo piloto español que disputa el Mundial de
Fórmula 1 después de Francisco Godia, Alfonso de Portago, Alex Soler
Roig, Emilio de Villota, Adrián Campos, Luis Pérez Sala, Pedro Martínez
de la Rosa, Marc Gené, Fernando Alonso y Jaime Alguersuari.
La
participación de Sainz asegura la presencia de dos españoles en la
parrilla de 2015, aunque Alonso todavía no tiene equipo confirmado
oficialmente después de anunciarse su salida de Ferrari.
El
primer reto de Sainz será mejorar los resultados de Alguersuari en Toro
Rosso. El catalán, que debutó en la décima carrera de la temporada
2009, disputó los dos campeonatos siguientes completos. En su última
temporada, la de 2011, acabó decimocuarto con 26 puntos, 11 más que su
compañero de equipo Sébastien Buemi.
El segundo
reto de Sainz será labrarse su propia carrera en el automovilismo y
librarse de las comparaciones con su padre, el ex campeón mundial de
rallies Carlos Sainz, actualmente piloto del Dakar. Carlos Sainz hijo ha
cambiado los polvorientos caminos de tierra, las tramposas pistas de
hielo y las absorbentes dunas de arena de su padre por los complicados
circuitos de velocidad, donde el negocio es tan importante como la
propia competición.