El agua de Las Termas de Río Hondo
parece bendita para los pilotos de Turismo Carretera. Les permite
bautizarse y sumergirse en una corriente victoriosa dentro de la
categoría más popular. Este fin de semana fue Facundo Ardusso quien supo
saborear el champagne de la gloria pero, además, Alan Ruggiero
consiguió su primer logro en TC Pista.
El
"Flaco" de Las Parejas venía haciendo las cosas más que bien con una
Dodge que demostraba -y demuestra- una superioridad admirable. Irrumpió
en la primera fecha con un podio y siempre se mantuvo en los puestos de
vanguardia para quedar prendido de la cima del campeonato. Resistió
incluso a las tres victorias que alcanzó Matías Rossi.
Llegó
a la séptima fecha con firmes chances, como en todas las anteriores.
Pero el circuito santiagueño tenía algo especial: una estadística que
parece favorecer a quienes nunca tuvieron el privilegio de recibir
ovaciones desde lo más alto del podio.
Fueron
ocho las presentaciones del TC en Las Termas de Río Hondo y cuatro
veces ganó un piloto que nunca lo había hecho. Pechito López lo hizo en
2009 con el Torino del Haz, Leonel Pernía se impuso en 2011 luego de un
intenso duelo con Lionel Ugalde y en 2012 llegó el turno de Martín Basso
con el Chevrolet del Dole Racing. Ayer fue Facundo Ardusso quien colocó
a Dodge en esa lista de privilegiados.
El
esfuerzo, el trabajo, la dedicación y la pasión se vieron reflejados el
domingo en pista. Un piloto que aguardaba su oportunidad. El talento ya
lo había dejado ver, sólo faltaba esa última acelerada que lo lleve a
la bandera a cuadros, la que lo bendijo con su primer triunfo.
Es
lo que todo piloto busca. Esa meta que cada corredor persigue desde que
se sube por primera vez a un karting. Ayer, Facundo Ardusso ganó en
Turismo Carretera y se inscribió en la historia de la categoría más
antigua del mundo. ¿Algo más? El objetivo está planteado.