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"La victoria en las 500 millas te da para correr
durante dos años en Indycar", es una frase que se escucha con cierta
frecuencia. Aunque posiblemente exagerada, no es una frase totalmente
alocada. La Indycar se esfuerza en que su prueba estrella esté repleta
de pilotos, y por eso año tras año
intenta incrementar los premios económicos a los pilotos, motivo
también por el que muchos pilotos únicamente concentran sus esfuerzos en
correr tan histórica prueba.
Ryan Hunter-Reay se ha llevado nada menos que dos millones y medio de dólares
como premio por la cotizada victoria. Tras su estela, el segundo
clasificado, Helio Castroneves con U$S 785.000 y Marco Andretti con U$S
585.000, siendo sin duda el equipo Andretti el que más beneficio sacó de
esta prueba, pues Carlos Muñoz se llevó U$S 450.000 y Kurt Busch U$S
420.000.
Buddy Lazier, último clasificado en las jornadas de clasificación y penúltimo clasificado en la carrera
tras abandonar en la vuelta 87 con una falla en el embrague, es el
piloto menos afortunado, y aun así ganó una cifra nada despreciable U$S
225.000.