Sencillamente increíble fue la definición de una nueva
edición de las 500 millas de Indianápolis. Sobre la línea de sentencia
Ryan Hunter-Reay obtuvo el triunfo sobre Helio Castroneve.
Esta
competencia tuvo muchas alternativas a lo largo de su desarrollo. Una
de las situaciones que más llamó la atención fue el prolongado periodo
de carrera sin ninguna interrupción hasta llegar a la vuelta 149 cuando
el auto de Kimball fue protagonista de un despiste golpeando su auto
causando así la primera neutralización de la competencia. Una vuelta más
tarde la carrera se detuvo con bandera roja para poder limpiar la pista
de los restos del auto que habían diseminados por todo el pavimento.
Luego
del reinicio de la competencia ya faltando poco para la bandera a
cuadros. Hunter-Reay aceleró y rápidamente Castroneves se puso detrás
para no perder el tren de marcha y así giraron las últimas vueltas.
Detrás de estos dos aparecía expectante la figura de Marcos Andretti en la tercera colocación y muy cerca de los punteros.
Fueron
varios los intentos de Castroneve para arrebatarle la primera posición
al piloto del equipo de Andretti Autosport sin poder lograr su objetivo.
La
última vuelta encontraba a los dos punteros en una cerrada lucha que
sin dudas se tenía que definir en la línea de sentencia. Así fue
entonces que entraron en la recta principal y con la bandera a cuadros
cayendo sobre las trompas de los dos autos, Ryan Hunter-Raey logró
aventajar a Castroneve y quedarse con la mítica competencia por tan solo
60 milésimas siendo esta la segunda diferencia más pequeña de la
historia de las 500 Millas de Indianápolis
En
definitiva segundo fue Castroneve y tercero finalizó Marcos Andretti, la
cuarta colocación fue para Carlos Muños y quinto fue el otro colombiano
Juan Pablo Montoya completando así los cinco mejores de la edición
número 98 de la tradicional competencia.