La exigencia de un deporte de alto rendimiento muchas
veces provoca esfuerzos fuera de lo común. El peso de una persona se
convirtió en un punto a atender en el automovilismo y este año, con la
nueva reglamentación, las balanzas comienzan a tomar mayor protagonismo.
Varios son los pilotos que debieron comenzar un plan de alimentación
mas que exigente para adelgazar.
Jenson Button
adelgazó y mucho. Es visiblemente notorio en las facciones de su cara. Y
es que el campeón mundial de 2009 es uno de los pilotos más altos y
pesados y tuvo que esforzarse por adaptarse al peso mínimo de 691 kilos
que debe tener el monoplaza esta temporada.
"Esa
ha sido la razón por la que Paul Di Resta no sigue en F1", confesó un
ingeniero español sobre el escocés, de 74 kilos y 1,85 de estatura, y
agregó: "Cuanto más pesas menos corres -un kilo puede ser tres décimas
por vuelta- y menos margen tiene el equipo para aprovechar kilos en
lastre y colocarlo donde quiere para mejorar el equilibrio del coche".
"Es
injusto, necesitas piel en los huesos y algo de músculo para pilotar un
F1", aseguró Jenson Button, que no puede entrenarse allí donde su
cuerpo gane más masa muscular. Parecido a Checo Pérez, que tuvo que
bajar cuatro kilos redondos y no ganar musculatura. "Ahora pesa 66,8",
dijo su fisio Xavi Martos, que vigila su dieta a diario, y al cocinero
de Force India. "Algunos se van a pasar el fin de semana en plan
anoréxico, sin comer, como lleguen con un kilo de más", advirtió.
Fernando
Alonso dejó otro kilo por el camino y ronda los 66. Estatura y peso
ideal para un F1, que debe ser como un jockey. "Por encima de los 70
kilos empieza a haber problemas", comentan. "Yo me he dejado unos
cuantos. En Navidad y Año Nuevo comí realmente poco", afirmó Adrian
Sutil, que encaja como puede en el Sauber.
A
Daniel Ricciardo le pidieron otro esfuerzo para acompañar a Sebastian
Vettel en Red Bull, que el australiano realizó sin pestañear. Como para
no hacerlo, era el asiento más deseado de toda la parrilla. También está
en 66 kilos, aunque mide 1,78. En eso gano el equipo campeón, pues Mark
Webber pesaba 74, dado que medía 1,85 metros.