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La Prueba de Factilidad desarrollada por Súper TC2000 en las sierras de
Potrero de los Funes fue todo un éxito, con el Toyota Corolla de Matías
Rossi y el Renault Fluence de Leonel Pernía trepando por los sinuosos
caminos que llevan hacia las nubes puntanas. Así, se dio el paso inicial
de una prueba que seguramente será un clásico desde antes de haber
nacido.
El inicio se dio fuera de las pistas y con duelo imperdible, en el cual
Juan María Traverso desafío a Pablo Peón con una frase: "Te imaginas si
esto lo hacíamos en los años 90? Cómo lo hubiésemos disfrutado y cómo
te hubiese ganado" respondiendo el presidente de Súper TC2000 con una
sonrisa amplia hacía el múltiple Campeón en pistas y piloto de rally.
El diálogo se produjo mientras ambos hacían el reconocimiento del
sinuoso camino, el cual mostraba gente en la ladera de la sierra una
hora antes que los verdaderos protagonistas enderezasen los cerros
puntanos.
La imagen del Toyota Corolla del TTA y el Renault Fluence del Renault
LoJack Team detenidos a la espera de encender los impulsores, con la
montaña por delante y la ciudad de La Punta por detrás, era el marco
ideal a la previa de un espectáculo único.
Así fue que el reciente Campeón Matías Rossi puso primera y dejó una
imagen inolvidable: El rojo Corolla desapareciendo entre las montañas,
con las curvas como único sendero a las nubes.
El equipo TTA dividió sus integrantes, algunos quedaron en la base de la
montaña y otros esperaron ansiosos en el Mirador de Potrero de los
Funes ubicado a 1300 metros sobre el nivel del mar. Éstos últimos
contaron, al igual que los espectadores, con el placer de ver y oír la
roja saeta con el impulsor V8 trepando por las sierras. Al llegar al
punto más alto entre las ciudad de La Punta y Potrero de los Funes el
nuevo campeón expresó: "Fue lo más loco que hice en mi vida. La
sensación es increíble. Este camino lo hice varias veces para llegar al
Circuito de Potrero y siempre pensé que hermoso hacerlo con un auto de
Rally, pero nunca lo imaginé con uno de Súper TC2000 y con la
configuración para la carrera del fin de semana".
Leonel Pernía fue el otro valiente. Aceleró el potente impulsor y
comenzó la trepada mientras el público, por detrás, se volcaba al camino
para inmortalizar fotográficamente ese momento histórico. Una, dos,
tres? hasta cuarenta curvas debió contabilizar el "Tanito" para llegar
al mirador y expresar que se sintió "un viejito dominguero de Tandil por
lo despacio que venía. En realidad fue en 2° marcha a 9000rpm, algo así
como a 170km/h, pero uno está acostumbrado a ir más rápido. Hay que
conocer primero el camino, hay que andarlo varias veces para memorizarlo
y después sí acelerar a fondo."
Llegó el momento del segundo ascenso y le tocó a Pernía abrir el juego.
Lo hizo, nuevamente, sin cometer errores y a mayor velocidad pero cuando
comenzó a saborear el desafío la aventura llegó a su fin: "ahora me
quedé con ganas de más. A los pilotos nos gusta la adrenalina y en este
caso la generó el desconocimiento y no la velocidad, saber que no hay
margen de error es especial. Es para valientes y hay que juntar coraje
para hacerlo. En la primera tanda desaceleré en una curva ciega y
después me di cuenta que era una recta. Las sensaciones son
espectaculares y esto es gracias al Súper TC2000 y la verdad les
agradezco lo que hicieron y ojalá el año que viene hagamos la carrera.
El camino está en excelentes condiciones y tiene un buen grip. En bajada
es más peligroso así que está bien como se hizo, aunque me saqué el
gustito de hacerlo cuando volví a la largada"
Detrás suyo fue Rossi. Rugió el V8 y desapareció el reciente Campeón
entre las montañas. Solo utilizó la 1° y 2° marcha de la caja de
cambios. Pero la marca llegó casi a los 190km/h y fueron poco más de 2
minutos para transitar los 5.000 metros de trepada. "La última parte del
ascenso me gusta cada vez más, es rápido y con curvas ciegas que hay
que memorizar. Por suerte el grip es excelente, mejor que el de muchos
circuitos. Espero competir aca el año próximo y que este hermoso lugar
sea usado por todas las categorías, no para comparar, sino para que
todos puedan vivirlo".
Si la exitosa prueba de factibilidad se inició con el dialogo entre
Traverso y Peón, y se disfrutó con las trepadas de Rossi y Pernía, el
final lo concretó un espectador común, quien con su inequívoca tonada
puntana expresó eufórico: "Ustedes están haciendo historia sin darse
cuenta", y así se marchó con su hijo en andas por el sinuoso camino que
llega a las nubes.