Hace 69 años, en la "Cuna de Campeones", llegaba al mundo ese genial piloto capaz de conducir cualquier auto de carrera en los terrenos más dispares, pero también el artesano de sus propias máquinas hasta el último día de su vida.
El "Loco" Di Palma, el fundador de una dinastía que ya va por su tercera generación y promete prolongarse en victorias y títulos. Así lo han demostrado sus hijos varones, José Luis, Marcos y Patricio, pero también su hija Andrea, la que lo acompañó desde la butaca derecha en aquel Falcon rojo N° 22 cuando ganaba por última vez en Buenos Aires en 1998. Hoy los nuevos son "Josito", Juan Cruz y Stéfano, haciendo ese camino marcado por el "viejo Di Palma".
Ganó en todo y a todos. Dos veces campeón de TC con Torino, el último en darle títulos a la marca entre 1970 y 1971; campeón de Sport Prototipos en 1971 y 1972 formando una dupla imbatible junto a Oreste Berta; campeón de la M.A.F.1 en el '74 y en el '78; campeón del C.A.P. en 1982 y 1983, este último año conquistando el título de TC2000 con Dodge 1500 y diez años más tarde se apoderó del título de Supercart.
Di Palma integró la Misión Argentina a Nürburgring de 1969 con los Torino, pero también fue el heroico conductor del Berta LR en los 1.000 km de Buenos Aires y en los 200 km de la Ciudad de Buenos Aires batiéndose a duelo con los más encumbrados pilotos y equipos del Mundial de Marcas en 1970.
Los logros del "beatle", o del "hijo del Patrullero", apódos tal vez menos conocidos para nombrarlo, perduran en el tiempo y sigue siendo el ganador más joven de la historia del TC al lograr en su séptima presentación, la victoria en la VI Vuelta de Arrecifes con solamente 19 años al volante de una cupé Chevrolet.
El ídolo se fue físicamente un 30 de septiembre de 2000, pero solamente eso, porque vive en todos los que amamos sin condiciones el automovilismo y que, como toda tradición, se transmite de generación en generación.
