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El ex presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA),
Max Mosley, habló sobre la situación actual de la Fórmula 1, el panorama
económico del deporte y de sus participantes, así como de la gestión de
su sucesor al frente del órgano, Jean Todt.
El británico, sin pelos en
la lengua, culpó de la difícil situación financiera de algunos equipos
de la categoría, a la 'mano blanda' del francés y a que no se ha
completado el proceso de instaurar un límite presupuestario para las
escuderías.
Mosley, en una entrevista al diario alemán Welt am Sonntag, cree que
marcar el presupuesto no ha sido posible debido a la no continuidad de
Todt ante tal iniciativa, que inició el británico. "Nadie podía o quería
unirse a la propuesta. En lugar de eso, los equipos introdujeron sus
propios límites de costos, pero nunca fue efectivo en realidad. Al
final, fue solo una carta no vinculante, como si hubiera sido un
comentario. Fue inefectivo en parte porque mi sucesor Jean Todt nunca ha
sido amigo de límites en los costos. Ahora la Fórmula 1 tiene un gran
problema", afirmó Mosley.
El británico desligó de culpa a Bernie Ecclestone, quien según Mosley,
se ha preocupado de ofrecer el mejor producto dentro del ámbito
comercial, área que ha gestionado con diligencia. "No creo que la
política monetaria de Ecclestone sea el punto crucial del problema. Si
los grandes equipos tienen más dinero por su parte, gastarán más dinero.
Por otro lado, la F1 no cambiaría en sustancia si se gastara menos
dinero por parte de todos. El problema está en las políticas monetarias
de los equipos.
Ecclestone, de hecho, piensa extremadamente de forma
comercial. Y es el único que ha manejado el lado comercial del deporte
durante años con gran éxito. Trae los circuitos, los organizadores, las
televisiones... En otras palabras, mantiene la F1 comercialmente viva.
Seguramente no es su culpa que los equipos vivan por encima de sus
posibilidades. Al contrario, sin él, sería deprimente", señalaba.
Respecto a Ecclestone, Mosley considera que el británico es inocente en
el 'caso Gribkowsky', asunto del que ha sido acusado formalmente de
soborno en la venta de los derechos comerciales de la Fórmula 1 a CVC.
"¿Por qué lo haría? Piénsalo de nuevo: ¿por qué estaría interesado en
vender el negocio lo más barato posible, aunque su propia familia
todavía poseyera una importante cantidad de los derechos de marketing?
Además, hubo, según mi información, solo un comprador para los
derechos", finalizaba.
La crítica de Mosley a Todt podría tener un objetivo: desprestigiar al
francés en la campaña electoral para la votación del nuevo presidente de
la Federación. Recientemente, David Ward, ex director general de la
Fundación FIA, anunciaba su candidatura a las elecciones, y el británico
tendría en Mosley a un gran aliado. Ward fue la mano derecha de Mosley
durante su mandato al frente del órgano regulador.