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La Fórmula 1 se aleja de Valencia. Fuentes próximas a la organización
del GP de Europa confirmaron al diario español AS que ya se renegocia
con Bernie Ecclestone el pago del canon previamente pactado, con la
intención de desvincularse de sus compromisos contractuales y evitar así
la celebración de un evento que no cuenta con el visto bueno del
ejecutivo del presidente Alberto Fabra, en una coyuntura tan poco
propicia para semejante inversión.
Valencia tiene un acuerdo con el promotor del Mundial para mantener su
prueba en el calendario en alternancia con el Circuito de Cataluña. Al
no recibir este año la carrera, su turno le llegaría en 2014. Pero los
organizadores catalanes no están dispuestos a renunciar a su cita,
produciéndose así un conflicto de intereses que debería ser resuelto por
el propio Ecclestone.
Sin embargo, el escenario ha cambiado de forma sustancial en las últimas
semanas. Acuciado por la situación económica, el Consell de la
Generalitat no considera oportuno seguir adelante con este proyecto, por
lo que intentan desvincularse del acuerdo previo con el promotor.
Aunque Valencia había pactado de forma ventajosa los derechos de la
organización del gran premio, su importe podría rondar los 30 millones
de euros, una cantidad que ahora Fabra intenta renegociar e incluso
suspender para que no resulte gravosa en las arcas públicas.
La pelota, por tanto, está en el tejado de Ecclestone. Si el patrón de
los grandes premios se muestra flexible en sus exigencias (apelando a la
buena relación que tradicionalmente ha mantenido con el Gobierno
valenciano, sobre todo durante la presidencia de Francisco Camps),
Valencia renunciará con certeza a la carrera. El problema puede llegar
si Bernie se mantiene firme en el cobro del canon; en ese caso, el
ejecutivo de Fabra deberá plantearse la disyuntiva de pagar esos 30
millones de euros pero renunciando a cualquier tipo de ingreso o
mantener una inversión total en torno a unos 40 millones, seguir
adelante con la organización de la prueba e intentar que el impacto en
sus finanzas sea el mínimo posible con el retorno que se produzca por la
venta de entradas y la aportación de un posible patrocinador. En
cualquier caso, dos partidas muy inciertas a la vista de las
experiencias previas en el Valencia Street Circuit.