El equipo Ferrari, lejos de olvidar las turbulencias de las últimas semanas por todo lo que englobaba al test secreto de Pirelli con Mercedes, no quieren dejar pasar el tema como si nada después de que el equipo alemán utilizase a Ferrari para su defensa. El equipo italiano, que quedó fuera de cualquier implicación con este asunto después de una primera revisión por parte de la FIA, vio como el conjunto de Stuttgart se cubría las espaldas con ellos en la vista ante el Tribunal Internacional logrando, finalmente, salir casi indemne a pesar de infringir el reglamento.
Aún con la resaca del 'Pirelligate' y la sentencia del Tribunal Internacional de la FIA al respecto, en Ferrari siguen dándole vueltas al asunto ya que, casi sin quererlo, se vieron implicados al ser utilizados en la defensa de Mercedes después de que el equipo italiano realizase un test similar al de los alemanes pero cumpliendo lo marcado por el reglamento para estas pruebas.
Sin embargo, el equipo que dirige Ross Brawn tomó como ejemplo dicho test para alegar que el monoplaza utilizado por la Scuderia, el F150 de 2011 y el W04 de 2013 utilizado por Mercedes en su prueba con Pirelli, no distaban mucho en prestaciones, por lo que si los italianos eran inocentes ellos también habrían de serlo.
Es por eso que en Ferrari no han quedado demasiado contentos con la sanción.
Y es que no solo en Ferrari han quedado sorprendidos por la decisión del Tribunal Internacional ya que, después de confirmar que incumplieron el reglamento deportivo obteniendo ventaja de su acción, la sanción para los alemanes fue de una reprimenda para el futuro y la exclusión de los próximos test de jóvenes pilotos, algo bastante menor de lo que se esperaba.
Christian Horner no quiso pronunciarse al respecto tras conocer la sentencia respetando la decisión pese a no compartirla ya que, en la línea de Ferrari, esperaba una sanción mayor para un equipo alemán que jugó muy bien sus cartas y que, pese a las críticas de los medios internacionales que tildan este asunto de "inexplicable", "ridículo" o "una broma", creen que el Tribunal hizo lo correcto al dejar claro que actuaron de buena fe para ayudar a Pirelli.
