Williams presentó en Montmeló el FW35, su monoplaza de Fórmula 1 para este año que sorprende por ser uno de los más novedosos.
"Tiene hasta un 80% de piezas nuevas, aunque se trata de seguir el concepto del año pasado", afirma el director técnico del equipo Mike Coughlan. "Estoy muy contento de las ganancias que hemos logrado con este coche", añade.
A primera vista, el nuevo coche de Pastor Maldonado, ganador precisamente en Barcelona el año pasado, presenta cambios en todas las áreas. El morro se ha cubierto con el panel para salvar el escalón y recibe unos pilares avanzados para el alerón delantero, casi calcados a los del Ferrari F138. En este apartado han coincidido.
Los pontones se han aplastado hacia arriba y toda la zona presenta una excavación inferior extrema, mayor que la de cualquiera de sus rivales. Parecen intentar la teoría del doble fondo con un pasillo sobre el suelo del coche muy pronunciado.
La zona de los escapes y la parte final de la tapa del motor ha sido rediseñados. Parece que han conseguido incluso reducir aún más la caja de cambios que ya era de las primeras en cuanto a miniaturización en 2012. Así la aguja final en la que acaba el capó motor destaca más por cuanto la zona de debajo se ha compactado completamente.
Por último, se han introducido escapes de 'efecto coanda' un área poco trabajado por Williams el año pasado. "La ausencia de una clarificación en las reglas no invita a prestar especial atención a lo que podamos ganar con los escapes. Para ello trabajamos con Renault codo con codo", afirma Coughlan.
