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El profesor Sid Watkins, el médico de la Fórmula 1 que en 1994 atendió a
Ayrton Senna tras su fatal accidente en Ímola, ha fallecido a los 84
años.
La noticia fue confirmada por la familia, e inmediatamente multitud de
pilotos han mostrado su cariño hacia el viejo doctor. Entre ellos,
Rubens Barrichello, quien sufrió un grave accidente el mismo fin de
semana del GP de San Marino de 1994 que se cobró la vida de Senna y del
austriaco Roland Ratzenberger: "Fue Sid Watkins quien me salvó la vida
en Ímola 94, un gran tipo que siempre estaba contento. Gracias por todo
lo que hiciste por los pilotos. Descanse en paz". También Bruno Senna,
sobrino del tricampeón brasileño se hizo eco de la noticia: "Triste
noticia para los que nos quedamos".
Ayrton Senna es el último fallecido en un circuito de Fórmula 1, y gran
parte de ese logro se debe al profesor Watkins, responsable directo de
atander a los pilotos que sufrían un accidente hasta su retirada en
2005, pero también el pionero en trabajar para reforzar las medidas de
seguridad en los circuitos y en los monoplazas. "Es de justicia decir
que Watkins hizo más que nadie porque la F1 sea tan segura como lo es
hoy en día", ha asegurado Ron Dennis.
Watkins llegó a la Fórmula 1 de la mano de Bernie en 1978, un poquito
antes de que el piloto sueco Ronnie Peterson perdiese la vida en Monza.
Trabajó estrechamente con el entonces presidente de la FIA, Max Mosley,
para mejorar los circuitos y aumentar la seguridad de los monoplazas. En
2005 Watkins anunció su retiro de sus diversos cargos médicos en la
FIA, pero continuó como primer Presidente honorario del Instituto para
la seguridad de los deportes del motor, hasta diciembre del año pasado,
cuando decidió renunciar.
Watkins publicó en 1996 un libro titulado «Vida al límite: triunfo y
tragedia en la Fórmula 1». En él relata los últimos momentos en la vida
de Ayrton Senna. Cómo el propio doctor le intentó convencer de que no
corriera en Ímola tras ver el estado de angustia del brasileño ante el
accidente de Ratzenberger un día antes, en la sesión de clasificación.
También relata su última conversación con el brasileño: "Le dije: has
sido campeón mundial tres veces, deja todo esto y vámonos a pescar.
Después de unos segundos en silencio me respondió: Sid, no puedo. Debo
correr. Hay algunas cosas que tenemos los pilotos que no podemos
controlar".