La vuelta a la escena de los Sistemas de Recuperación de Energía Cinética (KERS) en Fórmula 1 promoverá algunas decisiones drásticas. Los equipos instalados sobre los autos suponen peso adicional, que hay que eliminar del chasis o de algún componente más singular: el piloto.
Ya lo anunció Rubens Barrichello, y lo confirma Fernando Alonso. Los pilotos de F-1 van a necesitar ponerse a dieta. "Yo peso 68 kilos, así que para el inicio de la temporada, quiero perder entre dos o tres kilos -señaló el astro de Ferrari- Con el regreso del KERS, cada kilo que un piloto pueda adelgazar, puede ser usado como lastre en el auto (para ponerlo a punto)".